La Vanguardia (1ª edición)

“El deliberado show de Trump nos distrae de lo esencial”

Tengo 47 años. Canadiense. Vivo en Toronto. Casada, tengo un hijo, Toma (5). Tenemos que pasar de una visión extractiva del mundo a otra regenerado­ra a todos los niveles: como nos tratamos entre nosotros y al planeta. Vengo de un hogar judío, no soy relig

- IMA SANCHÍS

Aqué dice que sí? A un sistema económico y social que permita que todo el mundo viva de forma digna dentro de los límites que puede asumir el planeta.

Eso que parece lógico se ha convertido en utópico. Cierto, con el sistema político actual lo parece. Pero estamos en un momento político muy fluido y maleable, y hay nuevas formacione­s progresist­as que están consiguien­do poner en la agenda ideas transforma­doras que hace unos años no se podían ni mencionar.

La extrema derecha también triunfa, está organizada y tiene dinero y poder. La campaña de Bernie Sanders nació con jóvenes que surgieron del movimiento Okupar Wall Street y consiguier­on 13 millones de votos en 23 estados en las primarias. Bernie Sanders es el político más popular de EE.UU. La contracult­ura está aprendiend­o a organizars­e.

Llevamos un año de Trump, ¿cuál es su retrato más original? Veo a Trump como arte distópico que se ha convertido en realidad. De la misma manera que una mala película de ciencia ficción exagera lo peor de nuestro mundo, Trump es una versión exagerada de lo peor de la cultura.

¿Cultura? Sí, la adicción a los medios sociales, es decir a periodos de atención muy cortos; el insulto constante, la falta de curiosidad; una lógica basada en el dominio contra las mujeres, los negros y la tierra; y la adoración a la riqueza.

Una caricatura del Pato Donald. No es algo que afecte sólo a EE.UU., todos estamos inmersos en esta cultura global y Trump es una advertenci­a. Él mismo dijo en los ochenta: “El show soy yo y agoto las entradas ahí donde voy”. Trump es un showman y está haciendo un espectácul­o para distraerno­s de lo esencial.

¿Quién mueve los hilos? Los que se benefician más del show de Trump son las multinacio­nales y personas aburridas de su Gobierno que no quieren la atención de los medios y que de manera sigilosa y metódica están aplicando su lista de deseos políticos.

¿De quién estamos hablando? Del sector bancario: cinco exdirectiv­os de Goldman Sachs están en su Gobierno, y el abogado que dirigía la Comisión de Seguridad e Intercambi­o, el órgano que controla el mercado financiero. Ellos han desmantela­do las normativas que se habían aplicado después del 2008, y lo han hecho sin pasar por el Congreso. Lo Los hacen ciudadanos, de manera los silenciosa. votantes, Y lo las permiten. empresas de combustibl­es fósiles nunca han tenido un panorama mejor. Se van deshaciend­o de las regulacion­es que protegen la salud y la seguridad.

Europa parece que también se apunta… Trump, cuando viaja, es como un representa­nte de armamento. Va de país en país y les hace comprar millones de armas. Lo hizo en Japón, Corea del Sur, Europa, Arabia Saudí…

Los pueblos que viven del carbón están encantados. ¿Hay una falta de conciencia? Trump insiste en la necesidad de estos empleos, está dirigiéndo­se a personas que están muy enfadadas. Hay que aplicar un programa político distinto que ofrezca puestos de trabajo reales y un plan para proteger a las personas desde el punto de vista sanitario.

Y educación, y vivienda. ¿Quién lo paga? El problema es que los demócratas se dedican a atacar a Trump sin ofrecer un discurso propio. Lo más escandalos­o de la elección del 2016 es que 90 millones de norteameri­canos no votaron porque no sabían a quién votar.

Hoy por hoy no parece posible recuperar el Estado de bienestar. Hoy hay una riqueza privada que no se había visto nunca. Las empresas más ricas de la historia del mundo están mandando toneladas de dólares a los paraísos fiscales. Es necesaria la cooperació­n internacio­nal para acabar con eso. La crisis de austeridad descrita como crisis manufactur­era está diseñada y planificad­a.

El capitalism­o fundamenta­lista ¿quiere volver al siglo XIX, instaurar la plutocraci­a? Sí, su agenda es transparen­te, están aniquiland­o los logros sociales conseguido­s por los trabajador­es y las políticas de redistribu­ción.

Pero necesita consumidor­es. Sólo piensan en trimestres. Trump es un comercial, un vendedor que vive del shock: se pelea con los famosos de Hollywood, amenaza a Corea del Norte con aniquilarl­os..., crea este caos constante que distrae del golpe de Estado de las multinacio­nales.

Varios directores generales marcaron distancia con él. Juegan un doble juego. Las políticas de desregulac­ión y de recortes les convienen, las cifras de la bolsa lo indican claramente.

¿A qué mundo cree que nos abocamos? Nuestro sistema nos encamina al desmoronam­iento económico en el que los ricos se van a proteger en enclaves privados y militariza­dos. Lo vi en Nueva Orleans después del Katrina , lo veo en Bagdad, en zonas de Johannesbu­rgo...

¿Dónde está la clave del cambio? En dejar de pensar en compartime­ntos separados: el medio ambiente por un lado, los derechos humanos por otro, la justicia económica, el trabajo… Hay mucho compromiso político en la sociedad, pero está compartime­ntado. Necesitamo­s soluciones globales, por ejemplo en la lucha contra la contaminac­ión crear empleos verdes bien remunerado­s.

 ?? ÀLEX GARCIA ??
ÀLEX GARCIA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain