EL ROLEX DE PAUL NEWMAN
No es de extrañar que en Italia tuviera mucho impacto la reciente subasta récord, en Nueva York, del Rolex Daytona que perteneció a Paul Newman. Un comprador anónimo se lo adjudicó por el equivalente a 15,3 millones de euros, el precio más alto pagado jamás por un reloj. La plusvalía es espectacular. Joanne Woodward se lo regaló a su marido, en 1968. Le costó unos 300 dólares. Resulta irónico que el modelo Daytona no fuera, ni de lejos, uno de los preferidos de la marca Rolex. Quedan en circulación menos de 3.000. El actor, sin embargo, le cogió gusto al reloj. Le fue fiel a él como a su esposa. Ambos formaron una de las parejas más estables de Hollywood. Newman, fallecido en el 2008, llevó el reloj en los rodajes y también en las carreras de coches, a las que era gran aficionado. Llegó a quedar segundo en las 24 Horas de Le Mans. De hecho, Woodward hizo grabar, en la parte de abajo del reloj, este aviso: “Conduce con cuidado”. El reloj de Newman no había pertenecido antes a ningún otro coleccionista. Lo había regalado a James Cox, en 1984, cuando este salía con la hija de Newman, Nell. El protagonista de El golpe se lo dio a Cox, espontáneamente, cuando le estaba ayudando a construir una casa en un árbol en su finca de Connecticut. La decisión de venderlo la tomaron conjuntamente, pese a no ser ya pareja. Parte del dinero irá a la fundación Nell Newman, que se dedica a iniciativas vinculadas a la educación, la salud, el medio ambiente y la protección de los animales.