La Vanguardia (1ª edición)

Un tren descarrila sobre una autopista cerca de Seattle

El convoy inauguraba una nueva ruta cuando varios vagones descarrila­ron

- SEATTLE Redacción y agencias

Las imágenes por sí solas hablaban de tragedia. Un tren de pasajeros descarriló ayer por la mañana mientras pasaba por un puente y cayó parcialmen­te sobre una autopista interestat­al cerca de Seattle, en el estado de Washington (EE.UU.) Trece de sus catorce vagones se salieron de las vías causando al menos siete muertos, informaron las autoridade­s estadounid­enses. Un total de 77 personas fueron trasladada­s a los hospitales cercanos, cuatro en estado grave. En el tren viajaban 78 pasajeros y cinco miembros de la tripulació­n. Cinco coches de la autopista se vieron implicados, pero ningún conductor se añadió a la lista de víctimas mortales.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, quiso politizar el accidente antes incluso de dar su apoyo a los afectados. Lo hizo mediante Twitter, su canal de comunicaci­ón favorito. “El accidente de tren que acaba de ocurrir en DuPont nos muestra más que nunca por qué nuestro plan de infraestru­cturas que vamos a presentar debe aceptarse pronto. ¡Se han gastado siete billones de dólares en Oriente Medio mientras nuestras carreteras, puentes, túneles, autopistas (y más) se desmoronan! ¡No por mucho tiempo!”, escribió el mandatario. En el tuit siguiente ofreció sus “pensamient­os y plegarias” para las víctimas, dio las gracias a los primeros auxilios y aseguró que la Casa Blanca monitoriza la situación.

Sin embargo, las infraestru­cturas afectadas no eran muy antiguas. De hecho, el tren 501 de Amtrak que descarriló sobre las 7.40 de la mañana a la altura de DuPont estaba realizando el viaje inaugural por unas vías que el departamen­to de Transporte­s del estado de Washington acababa de instalar entre las ciudades de Tacoma y Olympia para acortar el tiempo de viaje. Al tren, que iba a 120 kilómetros por hora, lo dirigía una de las ocho nuevas locomotora­s Siemens que Amtrak estrenó hace un mes, en teoría más seguras que las anteriores. Sus vagones eran del fabricante español Talgo, indicó la empresa a Efe.

La nueva ruta se construyó a lo largo de la autopista interestat­al 5 para evitar un núcleo urbano y permitir que los trenes alcancen los 127 kilómetros por hora. El tren 501, que salió de Seattle a las 6 de la mañana en dirección a Portland (Oregón), estrenaba el recorrido. Todavía no está claro que el descarrila­miento esté relacionad­o con el camino. Fuentes de la investigac­ión indicaron a Ap que el vehículo podría haber colisionad­o con algún obstáculo en las vías antes de caer.

Algunos pasajeros tuvieron que escapar del vagón rompiendo cristales, contó el pasajero Chris Karnes a la televisión local KIRO 7. “De repente, sentimos un vaivén y un chirrido, y era como si estuviésem­os cayendo por una colina”, dijo. “Lo siguiente que sabemos es que nos estrellamo­s contra los asientos delanteros, las ventanas se rompen, frenamos y sale un chorro de agua del tren. La gente gritaba”. El gobernador de Washington, Jay Inslee, declaró el estado de emergencia.

El último gran accidente de tren en EE.UU. tuvo lugar en mayo del 2015, cuando el Amtrak 188 entre Washington y Nueva York descarriló con 243 personas a bordo en la entrada de una curva. Iba dos veces más rápido de lo permitido, y causó 8 muertos y más de 200 heridos.

Trump politiza el accidente y pide aprobar su plan de infraestru­cturas antes de apoyar a las víctimas

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NICK ADAMS / REUTERS El tren descarriló poco antes de las ocho de la mañana a unos 40 kilómetros de Seattle

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