El nuevo Gobierno de Kurz con los ultras toma posesión
Protestas en Viena contra el regreso del FPÖ al poder
El nuevo Gobierno de Austria, una coalición de democristianos y ultraderechistas, tomó posesión ayer en Viena, lo cual implica el regreso al poder de la ultraderecha tras diez años en la oposición, y la consagración del líder conservador, Sebastian Kurz, que a sus 31 años se convirtió en el canciller más joven de la historia moderna de su país, y en el gobernante más joven de Europa.
Kurz y quien será su vicecanciller, Heinz-Christian Strache, líder del ultranacionalista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), prestaron juramento ante el jefe del Estado, el ecologista Alexander van der Bellen, en el palacio presidencial, mientras en la capital se congregaban varias manifestaciones en protesta por la participación de la ultraderecha en el Ejecutivo. Fueron en total unas 5.500 personas con pancartas que rezaban “Fuera nazis” o “Abuelas contra la extrema derecha”, según informó la edición digital del diario austriaco Der Standard citando fuentes policiales.
Según el pacto de coalición, alcanzado el viernes, el FPÖ se hace con ministerios potentes como Interior, Exteriores y Defensa. Pero, en vista de su eurofobia, Sebastian Kurz se ha llevado el departamento de Asuntos Europeos del Ministerio de Exteriores a la Cancillería; de esa cuestión se ocupará una persona de su máxima confianza, Gernot Blümel, nuevo ministro de la Cancillería. Con todo, Kurz viaja hoy a Bruselas a tranquilizar a la UE –donde había saltado la alarma cuando hace siete semanas el líder conservador empezó a negociar con la ultraderecha– sobre el europeísmo del nuevo Ejecutivo.
En la ceremonia de ayer, tomaron posesión los quince ministros y secretarios de Estado: siete ministros y una secretaria son del Partido Popular Austriaco (ÖVP), la formación de Kurz, y seis ministros y un secretario son del FPÖ, aunque la ministra de Exteriores, Karin Kneissl, no milita en el partido. Durante la campaña de las elecciones del pasado 15 de octubre, Sebastian Kurz hizo virar más a la derecha al ÖVP, sobre todo con posturas duras sobre inmigración e islam, aunque sin la agresiva retórica de la ultraderecha. Incluso cambió el color tradicional del ÖVP, el negro, por el turquesa, por lo que su coalición con la ultraderecha –partido que usa el color azul– se conoce ya como coalición turquesa-azul.