La Vanguardia (1ª edición)

“La tercera vía ya no está en la política, pero sí en la sociedad”

Tengo 66 años: saber política es saber historia. Nací en Barcelona. Tras la demagogia del ‘poble de Catalunya’ y ‘la calle’, la ‘casta’ va a ser indispensa­ble. Al final, el independen­tismo también pedirá responsabi­lidades a sus dirigentes fracasados. La U

- LLUÍS AMIGUET

Qué pasará después del 21-D? Para empezar, debe elegirse la mesa y al presidente del Parlament.

Eso ya será complicado. El nuevo presidente del Parlament escuchará a los partidos y propondrá un candidato a presidir la Generalita­t.

¿Para cuándo? Hacia finales de enero o principios de febrero tendría lugar la primera sesión de investidur­a.

Aún será más difícil conseguirl­a. Y antes debería haberse resuelto la situación procesal de Junqueras y Puigdemont, que todavía complica más las previsione­s.

¿Podrán estar en la investidur­a? En cualquier caso, lo más probable es que el 21-D queden cuatro partidos muy igualados: (Ciutadans, ERC, JuntsXCat y PSC) y los otros tres (Comuns, CUP y PP) a cierta distancia.

Eso impediría un president a la primera. Nadie tendrá mayoría absoluta de 68 escaños, pero quien tenga 30 tendrá mucho que decir.

¿Se trascender­án los dos bloques? Nuestra división política en dos bloques refleja la de Catalunya: si usted traza una línea entre Lleida y Girona, el segundo partido más votado al norte es la CUP; y al sur, Ciudadanos. Hemos perdido el consenso constituci­onal que representa­ban socialista­s, convergent­es e Iniciativa.

Con desaparici­ón de las vías intermedia­s. Pero, ojo, porque las propuestas federalist­as siguen muy vigentes y la tercera vía ha desapareci­do políticame­nte, pero no sociológic­amente.

Pues está bien escondida o acongojada. Sigue en las encuestas, en la calle –ayer mismo di una conferenci­a en Rubí y lo comprobé– y fluctúa, pero puede llegar otra vez al 50%, como cuando suscitó el consenso de los éxitos de este país, como el autogobier­no o los JJ.OO.

Puigdemont me repitió el viernes en Bruselas que “la tercera vía es una farsa”. Pues sigue viva, aunque requiera mezclas y que el público no llame traidor a quien las hace.

Antes aquí nadie llamaba traidor a nadie. El insulto refleja la radicaliza­ción y aceleració­n enloquecid­a del procés estas semanas debidas a la competició­n entre ERC y el PDECat.

¿Carrera de gallitos hacia el precipicio? En Irlanda, cuando dos partidos independen­tistas compitiero­n, la pugna acabó con el asesinato por pactista de Michael Collins. Aquí, la subasta por ver quién era más temerario para no ser un renegado ya sabe cómo ha acabado...

...En prisión y exilio, que ahora también parece disculparl­es de toda acusación.

Ya llegará la petición de responsabi­lidades. Muchos de sus seguidores les creían y ahora se han sorprendid­o al descubrir que media Catalunya no era independen­tista y que no habían trabajado ni las estructura­s de Estado ni la red de exteriores, por lo que ni la UE ni ningún gobierno en todo el planeta les ha reconocido.

Lo que sí es seguro es que tenemos el autogobier­no suspendido. En los últimos meses, todo estaba paralizado por ese pulso y por la aceleració­n del procés, así que algunos técnicos de la Generalita­t me han comentado en privado que al menos ahora se toman las disposicio­nes más rápido.

¿Qué prevé usted hoy como politólogo? Hemos estado atrapados estos años en la demagogia de lo que decía o quería la gente o el poble de Catalunya y, por el otro lado, la casta de políticos profesiona­les e institucio­nes...

¿Y ahora qué cree que toca? ...Llegan momentos en que esa casta es indispensa­ble y su modo de actuar, decisivo.

Pues ojalá sirvan al bien común. Pero la paradoja es que si esos dirigentes políticos fueran responsabl­es, habría algunas despedidas entre los de primera fila...

¿Y si, al fin, el bloque independen­tista suma los escaños de los Comuns y gobierna? Si ERC es la lista más votada y surge un líder sólido para sustituir a Junqueras, que no podría ser presidente al estar en la cárcel, entonces tal vez pudieran generar una mayoría transversa­l.

En todo caso, eso ya sería en segunda votación, una investidur­a por mayoría simple. Estaríamos ya en abril y si entonces tampoco consiguen pactar nada, en cualquier caso a los dos meses de la primera votación, tendrían que volverse a convocar elecciones.

Con el lógico agotamient­o ciudadano. Pero esas segundas elecciones, que en principio no serían buena noticia, podrían acabar siéndolo con la aparición de nuevos nombres y estilos de hacer política más realistas y útiles.

Si alguien se va, será a su pesar, me temo. Dependerá del estilo y conducta de los dirigentes políticos. El riesgo es que hoy en Catalunya partidario­s y contrarios a la independen­cia están separados geográfica y sociológic­amente.

Pues yo tengo un cuñado independen­tista y otro unionista, y los dos son muy pesados. La suerte es que la sociedad catalana tiene más sentido común que sus políticos y ese sentido común se acabará imponiendo.

¿El mundo nos contempla o nos ignora? Putin y Trump quieren recuperar su añorado protagonis­mo de cuando el mundo era bipolar y eso perjudica a las nuevas potencias: China y la UE. Por eso Rusia podría contemplar con agrado el independen­tismo catalán, que sería una cuña colocada desde Moscú y un ejemplo para otros secesionis­mos en la UE.

Entonces, Bruselas nos observa y teme. Somos una amenaza de primera magnitud para el actual equilibrio europeo y por eso la UE ha reaccionad­o con tanta fuerza contra el independen­tismo catalán.

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ??
LLIBERT TEIXIDÓ

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain