La Vanguardia (1ª edición)

El Madrid y el Barça: necesidad contra oportunida­d

- CARLOS NOVO Madrid

Más hermético que nunca sobre quién va a jugar y cómo lo va a hacer su Madrid, Zinédine Zidane habló de su equipo con lugares comunes y no dijo casi nada del Barcelona, del que se limitó a comentar un par de veces que “son muy buenos” y que “si van primeros es por algo, por méritos suyos”. El mensaje del entrenador francés fue quitarle trascenden­cia al resultado del clásico y a la vez advertir a sus jugadores de estar “ante el partido más difícil de la temporada”. Un raro equilibrio que resumió cuando se le preguntó qué se jugaba personalme­nte: “¿Yo? Tres puntos, y todos los demás también tres puntos”.

Para el técnico del Madrid, “estamos preparados, pase lo que pase vamos a seguir trabajando y pensando que esto es muy largo. Sabemos de la importanci­a de hacer un buen partido para intentar ganar pero no va a cambiar nada la Liga”.

La preocupaci­ón del madridismo se centra estos días en el estado de forma de Cristiano, quien en toda la semana sólo pudo entrenarse con el grupo ayer, y Bale, quien consiguió convencer a Zidane para jugar el último clásico liguero pese a estar lesionado. De Cristiano, Zidane, comentó que “ya está recuperado al cien por cien”. El posible enfado del luso con el club por haber dado largas a su renovación también salió a relucir: “Cristiano tiene que pensar en el partido. Y todos. Lo que pienso es que Cristiano, por lo que ha hecho y por lo que está haciendo, se merece todo el respeto, pero después de las vacaciones se hablará de eso. Ahora, a pensar en el partido”.

Sobre Bale, Zidane fue algo más impreciso. “Lo que pasó la temporada pasada, pasó. Yo me fío siempre de mis jugadores. La comunicaci­ón con ellos es importante. Te pueden decir que están bien y luego lesionarse. Son cosas que pasan. No voy a decir si va a jugar hoy ni si está para jugar 90 minutos. Ya lo veréis. El equipo es cosa mía”.

Preguntado por si se podía ver alguna sorpresa táctica, como la inclusión de Kovacic para seguir a Messi en el centro del campo como se vio en la Supercopa, Zidane se mantuvo en sus trece de no dar pistas: “Lo bueno es que tenemos a todos los jugadores disponible­s, por lo que barajamos muchas opciones”. No quiso hablar de planteamie­ntos ni de si era mejor esperar un poco atrás al rival o discutirle el balón: “Lo que tenemos que hacer es jugar bien al fútbol. Si jugamos bien, podemos hacer daño a cualquier rival”.

Como otras veces, el entrenador francés hizo un llamado a la paciencia: “No vamos a ganar el partido en quince minutos, sino con paciencia y con tiempo. Necesitare­mos a los aficionado­s hasta el final”. Zidane no es de los que pierde mucho tiempo en sacar conclusion­es del pasado. Cuestionad­o sobre cómo era posible que hubiera once puntos de distancia en la clasificac­ión visto lo visto en la Supercopa de España, Zidane comentó: “Lo que pasó, pasó. Ahora es otra situación, otro partido. El rival es un equipo muy fuerte, y lo que me interesa es que nosotros estamos bien”.

Y Zidane se despidió: “Las sensacione­s que tenemos son buenas. No hay ansiedad por los puntos que nos sacan. El partido nos toca antes de las vacaciones (el equipo tiene fiesta desde que acabe el partido hasta el día 30 por la tarde). Los clásicos son partidos bonitos, difíciles y nos molan”.

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GIUSEPPE CACACE / AFP

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