El peso de la marca
El PDECat busca ponerse al frente de JxCat para ampliar su espacio y romper definitivamente con la incómoda herencia de CDC
Hacer de la necesidad virtud es una estrategia que en política tiene cierto predicamento. Es, en cualquier caso, lo que se dispone a poner en práctica el PDECat en relación con Junts per Catalunya (JxCat) después del resultado de unas elecciones que ha evidenciado la buena aceptación que ha tenido la nueva fórmula liderada por Carles Puigdemont en detrimento de las siglas del partido heredero de CDC. Y antes de que la nueva marca le pase por encima, la dirección de la formación tiene claro que lo que debe hacer es tomar el control y ponerse al frente de ella, como mecanismo, además, que considera que le servirá para pasar página definitivamente de la incómoda herencia precisamente de CDC.
Después de pasar toda la campaña en silencio, para no interferir en la marcha de JxCat –que al final se ha mostrado como una fórmula de éxito–, el PDECat se reivindicó ayer en la reunión de su ejecutiva como el núcleo del que ha salido la llamada “lista del president”, como un contribuidor neto a la victoria de la candidatura dentro del bloque independentista y, detalle no menor, como “propietario” de sus derechos políticos y económicos. Es una manera de decir a los que podían pensar que JxCat sería una buena fórmula para sustituir a un PDECat que hasta ahora no ha dado la talla de lo que se esperaba de él desde el proceso de refundación de CDC que será el partido el que tiene intención de hacerse con las riendas de la marca. “Si es JxCat lo que tiene buena aceptación entre el electorado, lo que nos permite ampliar nuestro campo, pues el PDECat se transformará en JxCat”, no dudan en asegurar
Pascal ve la fórmula de JxCat como un “buen instrumento” que no renuncia a utilizar en futuras elecciones
fuentes de la dirección de la formación, que entienden que con ello se completaría de una vez una refundación que para muchos quedó a medias y se podrían dejar atrás, por ejemplo, los casos de presunta corrupción que afectan a la antigua CDC –el caso Palau, el 3%...– y que todavía planean sobre el nuevo partido.
En la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva del PDECat, la coordinadora general, Marta Pascal, no entró en todas estas disquisiciones, pero sí constató que “el partido ha sabido ver en JxCat un espacio político ganador y una buena herramienta que de ninguna de las maneras renunciamos a utilizar en otras circunstancias”, es decir, en otras elecciones, como por ejemplo en las próximas, que son las municipales del 2019. “Analizaremos el posible recorrido de esta marca en las próximas contienda electorales”, subrayó la dirigente del PDECat, con la intención, en todo caso, se “seguir creando un espacio soberanista de centro amplio”. Y JxCat es un “espacio unitario y transversal que la gente ha premiado” y que, en consecuencia, “no hay que desaprovechar”. Un proyecto que a algunos les retrotrae a la casa gran del catalanisme de Artur Mas.