ERC asegura ahora que sólo prevé investir a Puigdemont
Rovira pide evitar dilaciones y apuesta por restituir “el Govern legítimo”
El 8 de diciembre, cuando apenas se cumplían cuatro días de campaña electoral, ERC abrió fuego contra la posibilidad de investir a Carles Puigdemont. Fue en un acto en Blanes, primero en boca del número nueve de la lista de ERC por Barcelona, Ruben Wagensberg, y acto seguido de Carles Mundó, exconseller de Justícia. “Se tienen que prever todos los escenarios posibles (...) porque quizás habrá quien no podrá volver para ser investido presidente”, dijo Wagensberg. “Desgraciadamente los compañeros están en el exilio y por más que tengan la aspiración máxima de poder representar en el Govern de Catalunya los intereses de los ciudadanos, tenemos que ser realistas: hoy, que el presidente Puigdemont pueda volver a Catalunya para ejercer su cargo es poco más que un deseo”, añadió Mundó.
Hasta entonces los republicanos no habían osado enfrentarse al resto de las fuerzas independentistas. Ahora Esquerra Republicana se desdice, puesto que se ha visto superada por Junts per Catalunya este 21-D, y Marta Rovira, secretaria general de los republicanos, dio ayer su pleno apoyo para que Puigdemont sea restituido como presidente de la Generalitat: “No contemplamos alternativas. Vamos a ser leales a lo que han decidido los ciudadanos y el resultado dice que nos concentremos en eso”, subrayó. Después, reiteró que si Junts per Catalunya propone a su número uno, “hay que trabajar para que esa posibilidad sea real”.
Rovira va aseguró en rueda de prensa que no prevé otra alternativa que no pase por restituir “al Govern legítimo” y que ERC “será leal a lo que han decidido los ciudadanos” en las urnas. Igualmente señaló que las votaciones han dejado claro que hay que trabajar por la república.
Por todo ello, la número dos de Esquerra exigió a Mariano Rajoy que “si es demócrata” tiene que asumir los resultados del 21-D, el “mandato favorable a la república” y el “fracaso” de su estrategia y, por lo tanto, en su opinión, los resultados deben tener consecuencias políticas, y el presidente del Gobierno español tendría que garantizar el regreso de Puigdemont. Y Rovira puso deberes a Rajoy: abandonar la intervención financiera de la Generalitat por parte del Estado, detener la aplicación del artículo 155 de la Constitución y que el presidente del Gobierno “haga lo imposible por liberar a los presos políticos” y los “miembros del Govern en el exilio”. “Es la hora de la política; la resolución de esta causa que sale de las urnas tiene que ser por vía política y democrática, y Rajoy no puede seguir escondiéndose detrás de jueces y fiscales”, argumentó Rovira.
Joan Tardà, portavoz de ERC en el Congreso, también apuntó en el mismo sentido que Rovira, y en un tuit reclamó que corresponde “restituir al Govern legítimo: que Puigdemont vuelva del exilio para ejercer de presidente y Junqueras salga de la prisión para ejercer de vicepresidente”.
Igualmente, Rovira se sumó a la petición de Puigdemont para que Rajoy se preste a negociar cara a
Esquerra insta a Rajoy a asumir su “fracaso” y facilitar la libertad de los presos y “exiliados” El partido dijo en campaña que el líder de JxCat no podría ejercer como presidente
cara, también con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y así “poner fin al exilio forzoso y a la prisión injusta” y “asumir la vía dialogada con los que tienen una mayoría en Catalunya”.
ERC consideró los resultados del jueves “satisfactorios” y “dignos”. Rovira valoró que, a pesar de las circunstancias con que el independentismo ha afrontado la jornada electoral, “contra pronóstico la república ha vuelto a ganar las elecciones”. Afirmó que las fuerzas independentistas se han impuesto “a pesar del viento a favor para otras políticas, como la de Mariano Rajoy”, que esperaba, según Rovira, que el 21-D fuera un aval para el 155 y “la represión”. “El PP se ha hundido enormemente en Catalunya”, insistió, mientras remarcaba que dos millones de personas “que se manifiestan” a favor de la independencia es un mandato democrático estable, reiterado “por las cuatro veces que ya han pasado por las urnas”. “No es una cuestión folklórica”, remachó.
Con respecto a las posibilidades para formar gobierno, Rovira apostó por construir un ejecutivo con la máxima “transversalidad” posible, y no limitarse meramente a una alianza con Junts per Catalunya. “Iniciaremos inmediatamente conversaciones para hacer un gobierno fuerte, cuanto antes mejor, porque no podemos esperar más. Queremos un gobierno fuerte y para nosotros significa que tenga una representatividad muy amplia”, dijo.
Además, hay que tener en cuenta que durante la noche electoral los republicanos ya tendieron la mano a Catalunya en Comú, que lidera Xavier Domènech, con quienes, aseguran, están convencidos de que encontrarán “espacios para construir la república”.
En la misma línea se expresó el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, durante una entrevista concedida a Catalunya Ràdio. Se mostró partidario de “tirar cables a los comunes” para llegar a acuerdos “siempre que sea posible”. Con todo, Sabrià confía en que Catalunya en Comú “salga de la ambigüedad permanente”, es decir, que se posicionen contra el artículo 155 –como han expresado los de Domènech reiteradamente–, pero que al mismo tiempo “estén a favor de la república”, razonó el portavoz de Esquerra.
Con la CUP el pacto también puede ser muy complicado, dado que en campaña los anticapitalistas han obviado a Junts per Catalunya porque el PDECat es su base. (El sentimiento del PDECat parece mutuo, porque la coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, rechazó un gobierno de concentración con los cuperos). Y porque aseguraron durante la campaña electoral que no formarían parte de ningún gobierno que no recuperara la vía unilateral para “construir la república”.
No obstante, Rovira aseguró ayer que su formación confía en que las conversaciones con estas fuerzas políticas se desarrollen con agilidad, y se conforme un gobierno “lo más rápidamente posible”, porque cree que “hay que rehabilitar los efectos nefastos”, que, según su opinión, ha tenido la aplicación del artículo 155 en las instituciones catalanas.