La Tarragona tricolor destrona al portavoz del PP
Ciutadans gana dos escaños y pierden el suyo PP y CUP
Durante los últimos meses fue el político tarraconense con más proyección en Barcelona. Como portavoz del PP en el Parlament, Alejandro Fernández hizo gala de sus dotes dialécticas en momentos de muy alta tensión política. Un estilo muy distinto al de su cabeza de lista, Xavier García Albiol. La noche del jueves, Fernández se disputó primero su escaño con la CUP. Y cuando parecía que su puesto estaba asegurado, en la recta final del escrutinio, el escaño popular se esfumó. Y con ello, Ciutadans conseguía su sexto diputado en el sur de Catalunya, uno más que ERC, dos más que Junts per Catalunya, cuatro más que el PSC y cinco más que Catalunya en Comú. La CUP, como el PP, se quedó sin representación.
Alejandro Fernández, que rozó la alcaldía de Tarragona en el 2011, protagonizó en el pasado sonadas campañas municipales. Su popularidad es indiscutible en la ciudad y en la provincia, su proyección, prometedora. Pero no iban de eso estas elecciones. Fernández pagó el 155 y el reiterado “voto útil” de Ciutadans. Los naranjas incorporaron el jueves a 40.000 votantes –mientras el PP perdía unos 17.000 (casi la mitad de los obtenidos en 2015)– y lo hacía con una lista que pocos podrían recitar de memoria, aunque tres de los seis diputados Matias Alonso, Carlos Sánchez y Javier Domínguez– repetirán escaño y sin ostentar ninguna alcaldía.
En las comarcas del sur se dibuja en tres colores la complejidad del momento político: el área metropolitana de Tarragona y la costa es naranja. El interior y los pueblos pequeños de Junts per Catalunya y las tres comarcas del Ebre, republicanas, con lo que estos dos partidos suman los mismos diputados que Junts pel Sí en 2015. En el Ebre sí puede leerse un nombre propio: el de Lluís Salvadó, exdelegado de las Terres de l’Ebre y exsecretario de Hisenda, detenido el 20 de septiembre y puesto en libertad dos días después. En su pueblo, l’Ametlla de Mar -donde la carga policial del 1-O fue especialmente duraERC obtuvo prácticamente el 38% de los votos, seguida por Junts per Catalunya, con el 25%.
En la ciudad de Tarragona, gobernada por PSC y PP, Ciutadans obtuvo casi el 35% de los votos y ganó en prácticamente todos los barrios, salvo en el casco antiguo, donde ERC quedó en primera posición. Los republicanos fueron la segunda fuerza más votada (con el 18,02% de los votos) y Junts per Catalunya con el 15% superaron en
Con seis diputados, Cs obtiene uno más que ERC, dos más que Junts pel Sí y cuatro más que el PSC
casi un punto al PSC, que logró el 14,21% de los votos, perdiendo significativo apoyo en barrios tradicionalmente socialistas como Bonavista o Camp Clar. Junts per Catalunya obtuvo en el centro de la ciudad sus mejores resultados, con un cabeza de cartel, Eusebi Campdepadrós, que hasta hace un mes militaba en ERC y con Teresa Pallarès, exmilitante del PSC, de número 2. Albert Batet, el tercero de la lista y alcalde de Valls, ganó en su ciudad obteniendo el 30% de los votos. Sin embargo, ni sus homólogos de Reus, Carles Pellicer –investigado por el procés– ni Josep Poblet en Vila-seca, ni Pere Granados en Salou. Ni los alcaldes socialistas de La Canonja, Roc Muñoz, ni de Calafell, ni de El Vendrell, pudieron con el envite de Ciutadans.