El Ayuntamiento reniega del documental ‘Ciutat morta’
PDECat, Ciutadans y PSC apoyan una propuesta del PP que condena la concesión del premio Ciutat de Barcelona al metraje
El Ayuntamiento de Barcelona reniega ahora del documental Ciutat morta. El último pleno municipal aprobó ayer “expresar su disconformidad con la concesión, por parte de un jurado independiente, del premio Ciutat de Barcelona del año 2014” a esta producción. La propuesta del PP encontró el apoyo de los concejales del PDECat, Ciutadans y el PSC. La alcaldesa Ada Colau, y también su primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello, en cambio, eludieron criticar las tesis planteadas por este metraje, todas las dudas suscitadas sobre la actuación policial y el proceso judicial en torno a la agresión que dejó terribles secuelas a un agente de la policía municipal durante el desalojo de una fiesta en una casa okupa en la calle Sant Pere Mes Baix. “La Guardia Urbana se merece una reparación”, dijo el popular Alberto Fernández.
Ciutat morta planteó que los cuatro condenados fueron víctimas de un montaje. Ello originó una ola de indignación ciudadana que afectó a la imagen de la Guardia Urbana. Muchos entienden, tal y como trataron ayer de subrayar una vez más los concejales del PDECat, Ciutadans, PSC y PP, que Colau y los suyos hicieron un uso partidista de estos hechos durante la campaña que les condujo al gobierno local, que no les importó desprestigiar a la Guardia Urbana. La entonces candidata prometió “justicia” para los condenados en su mitin central. “Fue un documental propagandístico empleado para desgastar al alcalde Trias”, dijo el demócrata Jordi Martí. La socialista Carmen Andrés también lamentó que el caso también sirviera para atacar el último gobierno socialista. El caso regresa ahora a los titulares porque Rodrigo Lanza, uno de aquellos encausados, fue detenido de manera reciente en Zaragoza por matar presuntamente a otra persona en una discusión presumiblemente política.
Carina Mejías, la presidenta del grupo de Ciutadans, dio a la alcaldesa otro empujón contra las cuerdas pidiéndole que vaya más allá de las simples consideraciones sobre la idoneidad del cuestionado galardón y emprenda medidas para anularlo. Colau y Pisarello no tuvieron problemas, tal y como solicitaron las dos iniciativas de la oposición, en condenar la muerte ocurrida en Zaragoza, y tampoco en expresar su apoyo al malogrado agente y a toda la Guardia Urbana, pero también destacaron que ambos sucesos están separados por once años, que tratar de vincular uno y otro es una imprudencia que carece de todo rigor. “Muchas instituciones pidieron que se investigaran aquellos hechos”, se defendió Colau. “Hay que dejar actuar a la justicia sin interferencias políticas”, dijo Pisarello.
El grupo de ERC tampoco quiso apoyar la iniciativa del PP. Los republicanos, según señaló el concejal Jordi Coronas, entienden que se trata de una medida en verdad oportunista, que el apoyo a la Guardia Urbana ha de materializarse en más recursos materiales y humanos. La CUP también votó en contra de la propuesta. Los antisistema anticapitalistas consideran que Lanza es en estos momentos víctima de otro montaje. La edil Maria Rovira dedicó su intervención a leer el último comunicado de los autores de Ciutat morta.
Colau y Pisarello eluden una vez más criticar la producción que desprestigió a la Guardia Urbana