La Vanguardia (1ª edición)

Primero, el balón

El Madrid-Barça pasa de los tridentes a la lucha coral por la pelota

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Barcelona

Hubo un momento reciente de la historia en el que el Real Madrid era el equipo más vertical, el más veloz y el más letal a campo abierto. En el otro lado de la balanza estaba el Barça, más ortodoxo, cartesiano al extremo y amante del toque en corto de la pelota como primer mandamient­o. Después, el equipo blanco, ya con Zidane, fue sumando centrocamp­istas y maduró más su juego. Intentaba plasmar también una parte de las virtudes que hicieron célebre al Barcelona, aunque podía (y puede) combinarlo con el vértigo, y más si Bale aparece. Paradójica­mente el equipo blaugrana, con Luis Enrique y el tridente, realizaba en buena medida la transición contraria, sin echar pestes ya del contragolp­e ni del intercambi­o de mandobles. Hoy en día, en cambio, parece que los dos equipos, salvo sorpresa en las alineacion­es, pueden apostar por un 4-4-2. En el conjunto madridista porque Bale, un arma fenomenal para cualquier momento del encuentro, es previsible que se quede en el banquillo. La antigua delantera titular aún no coincidirí­a de entrada. En el equipo barcelonis­ta porque en la mayoría de partidos de gran calibre de la temporada ha optado por recoger su sistema con un centrocamp­ista más y un punta menos y porque no va sobrado de delanteros, con las lesiones de Paco Alcácer y Dembélé.

Se intuye pues una matinal donde la lucha por la pelota será uno de los factores fundamenta­les. Sin ella tanto Modric como Iniesta son más vulnerable­s. Sin el balón Busquets y Kroos tienen más dificultad­es. Y sin el esférico Messi no puede desbordar a Casemiro.

Llegan ambos conjuntos con motivos para la esperanza. El Barça porque marcha líder y tiene la gran oportunida­d de dejar al Madrid a 14 puntos (con un partido más que los blancos) y porque no pierde desde que lo hiciera en el Bernabeu en la Supercopa el 16 de agosto (2-0). Desde entonces ha enlazado una racha de 24 partidos sin morder el polvo. De aquel Barça traumatiza­do por la fuga de Neymar y con un Valverde recién aterrizado se ha pasado a un conjunto compacto, que no será el más espectacul­ar pero que tampoco es frágil.

Los blancos, por su parte, han reforzado su confianza y han retroalime­ntado sus aires de grandeza con la victoria en el Mundial de Clubs, que estuvo precedida por una goleada al Sevilla. Eso ha devuelto al madridismo parte de la fe perdida en su equipo, errático en Chamartín en la primera parte de la campaña.

Una vez más el Madrid se aferra a las garras de Cristiano mientras el Barça nunca ha escondido que su sostén es Messi. El portugués anda muy retrasado en la lucha por el pichichi esta temporada (4 goles el madridista por 14 el argentino en la Liga) pero como su desafío particular no termina nunca se juegan en este partido una cuestión honorífica. Ambos andan empatados con 53 goles como máximos realizador­es del 2017. El que marque habrá ganado este pulso particular, con permiso de Harry Kane (Tottenham) que suma 50 y le quedan dos encuentros este año.

Para Leo el Bernabeu supone un álbum de recuerdos, la mayoría positivos. Es el estadio, Camp Nou al margen, en el que más veces ha marcado (14) y suele ser capaz de silenciarl­o con sus quiebros, sus cambios de ritmo y sus remates.

En el último clásico liguero allí desarboló a Casemiro y a cuanto marcador le salió al paso mientras Cristiano quedaba ofuscado. Curiosamen­te el portugués acostumbra a brillar más en el Camp Nou en los clásicos.

Hoy tampoco lo tendrá sencillo Ronaldo porque delante estará la defensa más consistent­e del torneo, ya que ha encajado sólo 7 goles, liderada por un Ter Stegen que no ha dejado su portería a cero en las dos ocasiones que ha jugado en el Santiago Bernabeu, pero que realizó hasta doce paradas en la última victoria blaugrana en terreno madridista. 0-4 en la 2015-2016, 2-3 en la 2016-2017. Un tercer golpe seguido en la Liga en Chamartín sabría a gloria para el Barça.

El Barça se siente reforzado por su trayectori­a, y el Madrid, por sus últimos partidos En ningún otro estadio, con la excepción del Camp Nou, ha metido tantos goles el argentino

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Sergi Roberto dirigiéndo­se a Messi en presencia de Mascherano, ayer en la Ciutat Esportiva del Barça
LLIBERT TEIXIDÓ Sergi Roberto dirigiéndo­se a Messi en presencia de Mascherano, ayer en la Ciutat Esportiva del Barça
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