El líder blanquiazul
El capitán blanquiazul marca la reacción del equipo en el vestuario y en el campo
El gol de Sergio García ante el Atlético de Madrid ha sido un revulsivo para el vestuario del Espanyol: el capitán ha infundido en sus compañeros la confianza en el proyecto y en la calidad de una plantilla que, como insiste el de Bon Pastor, no está donde se merece, ni por juego ni por nombres.
“No es normal que estemos como estamos, porque éste no es el equipo del que me tuve que ir, es otro muy diferente”. El mensaje que Sergio García envió con otras palabras al españolismo tras dar la victoria a su equipo ante el Atlético de Madrid con un gol en el último suspiro tiene su correlato en el vestuario del primer equipo en Sant Adrià. Ejerciendo de capitán y de veterano del equipo, el ariete ha sido dentro y fuera del campo una pieza decisiva de la reacción del Espanyol, uno de los artífices de que sus compañeros creyesen en la vigencia del proyecto y en la calidad de una plantilla que, como insiste el jugador, no está donde se merece, ni por juego ni por nombres.
“Esta victoria era importantísima porque el equipo la merecía, ha habido resultados antes que no eran justos y merecíamos la victoria para nosotros y para esta gente que nos viene a animar –señaló el ariete aún sobre el césped de Cornellà–. El equipo no tiene miedo a las derrotas anteriores, sigue trabajando igual y hoy ha salido también al ataque, no renunciamos a nada y de aquí este resultado, una victoria merecida. Hemos tenido mala suerte en otros partidos, pero por juego merecemos estar más arriba de lo que ahora estamos”.
Con David López asumiendo ya el papel de su álter ego en el campo, Quique Sánchez Flores necesitaba un jugador de peso que cerrase filas en el vestuario. Un papel que hasta ahora habían ejercido los otros capitanes, Víctor Sánchez y Javi López, aunque Sergio ha acabado siendo el hombre que mejor ha sabido llevar el mensaje en los tiempos de crisis y el que ha servido el mejor ejemplo de entrega a sus compañeros.
Él, como muchos de ellos, apostó por el proyecto para algo más que luchar en la zona baja. Y así se lo trató de hacer entender tras la dolorosa derrota ante el Girona y, más en particular, durante la reflexión que la plantilla hizo al retorno de Las Palmas. Entre todos concluyeron que el problema ya no era de planteamiento o de falta de calidad, sino de mentalidad. De ahí que el equipo saliese a jugar al Atlético como jugó al Las Palmas, sin mayores cambios ni complejos.
Pero el peso y la influencia de Sergio García en su equipo no es fruto de la necesidad del momento. Desde que recuperó la titularidad a mediados de noviembre en la visita del Valencia a Cornellà, el del Bon Pastor ha sido el pulmón del equipo de medio campo para arriba. Salvo ante el Eibar, en su presencia el Espanyol ha jugado posiblemente sus mejores minutos de esta campaña.
Destaca también, sobre todo de puertas para afuera, su papel determinante. El viernes ante el Atlético con un gol que vale más de tres puntos y en la vuelta de la primera vuelta de la Copa ante el Tenerife, donde marcó otro gol decisivo. “El gol puede ser tuyo, pero la victoria es de todos”, sentenció el viernes el propio Sergio.
LA REFLEXIÓN “Por juego y por plantilla merecemos estar mucho más arriba de lo que ahora estamos”