Corrupción popular
El proceso y sus consecuencias han provocado el abandono de numerosos dirigentes políticos
Comienza el juicio por las actividades de la red Gürtel en Valencia con expectativas de pacto entre la Fiscalía y el cabecilla de la trama, Francisco Correa.
El proceso y su acelerón hasta el 1-0, con las consecuencias políticas y judiciales posteriores, han sacudido el escenario político catalán y han provocado, por diferentes motivos, el abandono de la primera línea de destacados dirigentes.
El último en hacer público su adiós es Celestino Corbacho, uno de los pesos pesados del socialismo metropolitano. El que fue alcalde l’Hospitalet de Llobregat, presidente de la Diputación de Barcelona y ministro de Trabajo e Inmigración en el ejecutivo de Zapatero, comunicó el viernes a la dirección del PSC su baja como militante tras una larga reflexión, tanto política como personal, de meses.
Corbacho (Valverde de Leganés, 1949), que apoyó en las primarias del PSC a Miquel Iceta y en las del
partido hermano a Susana Díaz, abandona la formación en la que comenzó a militar en 1976 a través de la federación catalana del PSOE. El exedil, según fuentes de su entorno, siente que en los últimos años se les estaba dejando de lado en el partido. Y las relaciones con su sucesora al frente de la segunda ciudad de Catalunya, Núria Marín, tampoco han sido buenas en los últimos años. Esas mismas fuentes desmarcan su marcha de las últimas elecciones y, aunque algunas fuentes socialistas lo ubican en un futuro cercano en Ciutadans, desde la formación naranja niegan su incorporación.
También ayer trascendió que el exconseller Santi Vila empezó este lunes en la empresa privada tras su imputación por su presunta implicación en el 1-O. El exalcalde de Figueres, que ha expresado sus discrepancias con la estrategia de Carles Puigdemont y ha renunciado a la vía unilateral, es el nuevo director general de una importante empresa de servicios. Además tiene previsto volver a su labor como profesor de Historia Contemporánea en la Universitat de Girona. Con todo, Vila conserva sus planes de concurrir, seguramente liderando su propia plataforma política, a las municipales del 2019 en su intento de ser alcalde de Barcelona.
En declaraciones a RAC1, el exalcalde de Figueres señaló que en los próximos meses deberá afrontar la causa judicial por el proceso soberanista y deberá “asumir responsabilidades y, por lo tanto, pagar las facturas”, pero se congratuló que en esta “nueva etapa” en el sector privado. Santi Vila, que presentó su carta de dimisión el día antes de la declaración de independencia del Parlament, el 27 de octubre, en las últimas semanas se ha dedicado a escribir un libro con el título De héroes y traidores, que se publicará en marzo.
El nombre de Vila se suma al de otros dirigentes soberanistas que se han ido apartando de la primera línea política, o al menos de los focos, ya sea por diferencias con la estrategia de Puigdemont respecto al referéndum o por las causas judiciales que deben hacer frente. Destacan nombres como el de los exdiputados Anna Simó (ERC), Lluís Corominas (PDECat), Ramona Barrufet (PDECat), así como los exconsellers Carles Mundó, Neus Munté, Dolors Bassa, Jordi Baiget, Jordi Jané, Meritxell Borràs, Meritxell Ruiz, el exsecretari del Govern Jaume Vidal de Ciurana y el propio expresidente Artur Mas, quien ha renunciado a la presidencia del PDCat para centrarse en los diferentes frentes judiciales que tiene abiertos. Algunos de los exconsellers han optado por nuevas experiencias en la empresa privada o recuperar, como es el caso de Dolors Bassa como docente, la profesión que habían ejercido.
La semana pasada el exconseller Mundó –también imputado por el Supremo por el 1-O y que, tras salir de prisión, participó activamente en la campaña electoral del 21-D– anunció que abandonaba la primera línea política por “motivos personales” y regresaba a la abogacía en el Bufet Vallbé.
Entre los cargos que salieron del Govern tras la remodelación que decidió Puigdemont dos meses y medio antes del 1-O, Joan Vidal de Ciurana está trabajando como Business Development Manager de la empresa catalana de supermercados y gasolineras Bon Preu. Neus Munté, la portavoz del ejecutivo catalán, no se desvinculó de la política, sigue siendo la vicepresidenta del PDECat y ocupa el cargo de asesora del grupo en el Àrea Metropolitana. El exconseller de Interior Jordi Jané volvió poco después de ser destituido a la misma conselleria pero como funcionario.
Mientras, el exconseller Jordi Baiget, destituido por Puigdemont dos semanas antes de la remodelación del Govern por unas declaraciones en las que cuestionaba la vía unilateral, es ahora director general de una empresa pública formada por la Autoritat del Transport Metropolità y por los operadores privados de autobuses.
Corbacho se da de baja del PSC, Vila comienza en la empresa privada y Bassa regresa a la docencia