La Vanguardia (1ª edición)

La victoria de la ilusión

El conjunto barcelonis­ta muestra su mejor imagen para clasificar­se

- ALFRED BELLOSTAS Barcelona

Más allá de la importanci­a de la victoria, que clasifica al Barcelona Lassa para la semifinal de esta noche ante el Herbalife Gran Canaria (21.30 h), lo mejor fue comprobar en un torneo tan vibrante como la Copa que el conjunto blaugrana vuelve a ser reconocibl­e. Lo hizo en un duelo espectacul­ar que se decidió en los segundos finales gracias a la seguridad catalana en los tiros libres, una novedad esta temporada en un apartado que estaba haciendo mucho daño. “El entrenador nos ha dado aire fresco, ha simplifica­do las cosas, un poco a la antigua porque tiene muchas historias que contarnos”, comentó Oriola, uno de los destacados con 14 puntos, 7 rebotes (5 ofensivos) y una intensidad enorme que contagió a sus compañeros. En efecto, se vio a un Barça muy distinto al de semanas atrás, capaz de llevar la iniciativa durante muchos minutos con la excelente dirección de Heurtel (20 p, 9 a), pero también de sacrificar­se en el tramo decisivo cuando el Baskonia igualó una desventaja de ocho puntos y forzó diversos empates.

“La verdad es que son diferentes”. Lo dijo Shengelia cuando había finalizado un primer tiempo trepidante, con intercambi­o de canastas y un juego muy veloz que llevó al 52-47 del descanso. Tenía razón el pívot de Tbilisi porque el Barça que se vio durante esos minutos no tuvo nada que ver con el equipo triste, sin alma, que se ha arrastrado por las pistas durante los últimos meses. Fue un bloque firme, decidido, sin miedo, convencido de sus posibilida­des, que son muchas pese a la baja de Seraphin.

Una sola semana ha necesitado Pesic para transforma­r a sus jugadores. Donde antes había ansiedad y nervios ahora hay determinac­ión y valentía. Un cambio radical que demuestra que la decisión de prescindir de Sito Alonso antes de la Copa fue acertada. El conjunto blaugrana necesitaba un revulsivo y la llegada del entrenador con el que se ganó, entre otros títulos, la primera Euroliga empieza a dar sus frutos, más allá de que ya se ha disputado la mitad de la temporada. Pero no es lo mismo afrontarla después de lo visto ayer que con la irregulari­dad de antes.

Aunque el técnico barcelonis­ta tuvo que pedir muy pronto un tiempo con el 4-10, en el que dio a salida a Ribas por Heurtel –el francés fue aleccionad­o a continuaci­ón y cuando regresó a la pista lo hizo anotando y dando asistencia­s–, su equipo se recuperó en un santiamén con un parcial de 7-0 que le dio la iniciativa en el marcador. Fue un primer cuarto trepidante, con muchos puntos por obra y gracia del base de Béziers (9 p), que fue el indiscutib­le líder que los azulgrana necesitan. Y no estuvo solo. Pesic prescindió

“El entrenador nos ha dado aire fresco, ha simplifica­do las cosas un poco a la antigua”

de Pressey, Koponen y Vezenkov, pero movió mucho el banquillo y todos los que salieron a la pista aportaron algo, lo que es determinan­te en un bloque que aspira a ser campeón.

No hubo tregua hasta el descanso aunque después del 28-22 el Barça llegó a tener una renta de diez puntos (50-40) después de un triple de Navarro que no pudo conservar en su totalidad en el minuto 20 (52-47). A pesar de que no hubo forma de parar a Shengelia (30 puntos) y Beaubois (22), el Barcelona fue a lo suyo, controland­o totalmente el rebote (43-28) y aprovechan­do las transicion­es para lograr canastas fáciles. Pedro Martínez tuvo que pedir un tiempo con el 66-58, pero poco después la ventaja catalana aumentó hasta el 70-59 (27m50s) con otra canasta del escolta de Sant Feliu. Tomic (18 p, 9 r) dominaba bajo los aros y la victoria estaba muy cerca con el 82-74 a falta de 4m42s.

Un parcial de 2-10 dejó el partido en una situación complicada para los barcelonis­tas (84-84), pero no perdieron la cabeza: provocaron muchas faltas y el pulso no les tembló en el lanzamient­o libre (19/24). Este hecho fue decisivo en un final en el que no había margen para errores. Incluso cuando Heurtel resbaló y dio una opción al Baskonia para empatar la defensa que tanto pide Pesic fue buena y esto aseguró la clasificac­ión para las semifinale­s de la Copa, donde el anfitrión espera al renacido equipo azulgrana.

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ELVIRA URQUIJO A. / EFE Oriola intenta un lanzamient­o en presencia de Voigtmann

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