“Hay que cambiar qué y cómo se investiga”
PASTORA MARTÍNEZ SAMPER Vicerrectora de Globalización y Cooperación de la UOC
Hay motivos para la huelga feminista, por descontado, y en el mundo de la academia también. Lo explica Pastora Martínez Samper, vicerrectora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que hoy hará huelga total por convicción personal y también porque desde su cargo –es responsable de los temas de igualdad– quieren enviar un mensaje reivindicativo. Las universidades, explica, podemos hacer mucho más de lo que se está haciendo para empujar la igualdad entre hombres y mujeres, “tenemos que seguir revisando cómo enseñamos, qué enseñamos, y qué se investiga”.
El ámbito académico hace suyos los motivos por lo que se ha convocado una huelga feminista, entendida como una jornada global de protesta: la brecha salarial, la precarización del empleo femenino, los sesgos implícitos de género que discriminan a las mujeres en la percepción de méritos o, entre otras cuestiones, porque el techo de cristal se percibe perfectamente. Las mujeres son mayoría entre los graduados, pero sólo hay un 21% de catedráticas y tres rectoras.
Pastora Martínez subraya que hay que cambiar muchas cosas en la investigación, un ámbito que en teoría podría parecer “neutro” pero en el que se aplica un sesgo de género, muchas veces inconsciente. Pone como ejemplo la biomedicina, donde se investiga sobre el hombre como norma universal. Y recuerda el conocido caso de la aspirina, cuando se explicaban sus beneficios como protector ante los infartos y que en realidad sólo funcionaba para los hombres. Esta forma de investigar sigue existiendo. Hay demasiados sesgos que en el mundo de la academia siguen en pie, señala la vicerrectora. Se sigue considerando erróneamente que los hombres son más brillantes y las mujeres más “hormiguitas”.
Pero al fin y al cabo, dice, los argumentos que justifican este planteamiento de “huelga total” de las mujeres son transversales en todas las profesiones y van mucho más allá del ámbito laboral. Por descontado, hay muchos motivos. La brecha, el techo de cristal, la precarización, la pobreza, la violencia machista, la trata, el acoso... Y compete, subraya, a todas y a todos.