Bruselas critica a siete países europeos por evasión fiscal
La práctica es tan conocida como criticada. Los países que usan sus regímenes fiscales para atraer a las grandes multinacionales, como Apple, Facebook y Google. Con sus políticas de planificación fiscal agresiva se convierten en las sedes fiscales de estos gigantes, que aprovechan la oferta para eludir el pago de impuestos. La novedad es que la Comisión Europea se atrevió a señalar con el dedo a siete reconocidos culpables: Irlanda, Holanda, Bélgica, Chipre, Malta, Hungría y Luxemburgo. Lo hizo el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, quien afirmó que “estas prácticas tienen el potencial de socavar la justicia y la igualdad de condiciones en el mercado interior e incrementar la carga sobre los contribuyentes de la Unión Europea”.
Moscovici fijó el objetivo: “Tenemos que asegurarnos que una fiscalidad justa se convierta en la regla, una regla sin excepciones, fuera de la UE y dentro de la UE”. Lanzado el dardo, recogió velas y empezó a matizar. Subrayó que ningún país de la Unión Europea puede ser calificado de paraíso fiscal y que reconocía los progresos realizados. A pesar de ello, pidió a los siete países citados que tomaran medidas para corregir unas políticas que perjudican la credibilidad de la Unión Europea.
El comisario europeo reconoció que Bélgica, Chipre, Malta y Holanda están dando pasos para limitar esta planificación fiscal agresiva, y que Irlanda ha sometido a consulta pública unas recomendaciones sobre el código tributario de las empresas.
Uno de los países señalados, Luxemburgo, no tardó en reaccionar con dureza. Fue su primer ministro, Xavier Bettel, quien afirmó que hubiera sido más útil hablar con los países antes de acusarlos: “Creo que el principio de la Unión Europea no es señalar un país y colocarlo contra otro”. Bettel también criticó que en Europa, cuando se habla de armonización de impuestos, siempre es para subirlos, y terminó con una advertencia: “No debemos olvidar que miles de puestos de trabajo en Europa se podrían perder si la compañías deciden trasladarse a Estados Unidos porque ellos son más eficientes”.
Las grandes compañías utilizan las diferencias entre las jurisdicciones para explotar los agujeros legales y pagar menos impuestos. Las empresas argumentan que cumplen con la legislación y que al mismo tiempo satisfacen su objetivo de minimizar los costes fiscales. Frente a esta justificación, crece la presión sobre la clase política para aumentar la recaudación de impuestos de las grandes multinacionales.
“Tenemos que asegurar que una fiscalidad justa se convierta en la regla”, dijo Moscovici