Recordando a Rosie
EL artista J. Howard Miller es el autor de una de las imágenes icónicas del feminismo, no sólo en Estados Unidos. Es aquella en la que se ve a una joven con una camisa azul y un pañuelo rojo atado a la cabeza, que muestra el bíceps poderoso de su brazo derecho. El cartel lleva en lo alto la frase We can do it (Podemos hacerlo). En realidad, fue un anuncio para Westinghouse Electric, cuya dirección pensó que serviría para rearmar moralmente a sus trabajadoras durante la II Guerra Mundial, cuando muchas mujeres sustituyeron en las fábricas a sus esposos reclutados para el combate. El dibujante reprodujo el rostro de Rosie Will Monroe, una mujer real nacida en 1920 que trabajaba como remachadora, construyendo bombarderos B-29 y B-24 para las fuerzas aéreas. Rosie, the Riveter (la remachadora) intervino en una película promocional, inspiró una canción muy popular y fue reproducida en numerosos carteles a fin de animar a las mujeres a ir a trabajar para ganar la guerra. Monroe no sólo fue un cartel, sino una adelantada a su tiempo que realizó su sueño de volar tras obtener una licencia de piloto a los cincuenta años.
En las redes sociales, hubo quien envió ayer mensajes con esta efigie. La diputada de JxC Laura Borràs recreó el gesto de Rosie en una foto en Twitter donde animaba a las mujeres a movilizarse para demostrar que sin ellas el planeta se detiene. Y también Sandra Sabanés, presentadora de El hormiguero, en La Sexta. Millones de mujeres secundaron un paro de protesta en las grandes ciudades españolas, afectando al transcurso normal de la jornada, que tuvo un carácter altamente reivindicativo y cuyos efectos trascenderán a la celebración. Rosie, que resultó gravemente herida cuando falló el motor de su aeroplano durante un despegue, estaría orgullosa de ver que no sólo sigue siendo un icono, sino que el mundo empieza a entender que hay que cambiar tanto las leyes como las actitudes.