Los pequeños se plantan
Los ocho países de la Alianza del Norte se enfrentan a Macron
Una coalición de ocho estados miembros de la UE encabezados por Holanda han hecho público su rechazo a las propuestas de Macron y Junkcer de ampliar los poderes económicos de la Unión.
Holanda encabeza la rebelión de los países del norte. Son ocho países pequeños que representan menos del 15% del PIB de la zona euro, que incluyen a dos estados que no participan en la moneda única y a un tercero que fue rescatado en su momento. Comparten geografía, todos son del norte; filosofía económica, todos son fiscalmente conservadores; y también tienen en común el orgullo de los pequeños, no se dejarán avasallar. Son los ocho ministros de finanzas que firmaron esta semana una breve pero contundente declaración para fijar sus líneas rojas en la reforma de la eurozona. Lidera Holanda, siguen los bálticos (Lituania, Letonia, Estonia), los escandinavos (Dinamarca, Suecia, Finlandia) y cierra Irlanda.
El mensaje de fondo es claro y tiene un destinatario principal: señor Macron, basta de vender ilusiones, hay que ser pragmático. “La profundización de la zona euro debe basarse en los elementos que aporten valor añadido, no en un continuo traspaso de competencias a nivel europeo” afirma el documento.
Por si después de una afirmación tan contundente aún quedaran dudas, se añade que “hay que centrarse en lo que realmente se necesita, no en lo que a algunos les gustaría”.
Todo arranca de las iniciativas lanzadas los últimos meses por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el de la Comisión Europea, JeanClaude Juncker para reformar la zona euro. Pasado el vendaval de la crisis monetaria, contados los heridos (no hubo bajas definitivas), restañadas en parte las heridas, y en unos momentos de bonanza económica es la ocasión para subsanar los defectos estructurales de la zona euro.
Es lo que llevó a Macron a plantear refundar la eurozona, y a Juncker a proponer medidas concretas, como crear la figura del superministro de Economía europeo y transformar el actual Mecanismo de Rescate (MEDE) en un Fondo Monetario Europeo (FME) mucho más poderoso.
De las reformas del euro, el documento de los ocho se opone a muchas, rebaja las restantes y se inclina por otras prioridades.
De presupuesto del euro, ni hablar; acepta un FME pero con los estados manteniendo el poder de decisión; y el Fondo de Garantía de Depósitos queda aparcado hasta que “se haya realizado suficiente progreso en la reducción del riesgo”. En definitiva, una oposición frontal a las reformas.
No tendría que sorprender. El primer ministro holandés, Mark Rutte, ya avanzó sus intenciones en un discurso que pronunció el 2 de marzo en Berlín. Significativo que eligiera la capital alemana para cargar con agresividad contra las “visiones” de Europa: “Se ha impuesto la narrativa de la inevitabilidad de una cooperación más estrecha en un estado federal europeo. Este horrible lenguaje sobre una ‘aún más estrecha Unión’ que no me gusta”. Un discurso para intentar despertar al gigante alemán en el que cree percibir síntomas de debilidad. Ya no tiene al inflexible Wolfang Schäuble para cortar de raíz cualquier pretensión de traspaso de fondos o mutualización de riesgos. El nuevo Gobierno alemán, aunque sin mojarse, no parece mirar con malos ojos las ideas de Macron.
En este contexto, cobra todo su sentido la publicación de la proclama del norte. No es sólo frenar los ímpetus reformistas del presidente francés; también se trata de advertir a la nueva coalición que gobierna Alemania que si tira por ese camino encontrará una oposición decidida. Además, otra razón puede explicar la iniciativa de los ocho, el temor a un resurgir de la alianza franco-alemana que políticamente atropelle a los pequeños. Saben de lo que hablan. Fue omnipotente el dúo Mitterand-Kohl, también pero menos el Merkel-Sarkozy (Merkozy era el acrónimo del momento); y muy poco operativo el Merkel-Hollande. Con Macron, el eje ha vuelto, para desesperación de Holanda y de sus aliados del momento.
“Hay que centrarse en lo que realmente se necesita, no en los que a algunos les gustaría”, proclama el documento