JxCat y ERC se fijan lograr una investidura para Semana Santa
El Parlament tramita una reforma legal para votar un presidente a distancia
Los dos principales partidos independentistas, PDECat y ERC, trabajan para una investidura del president en Semana Santa, que podría ser la de Jordi Turull. Mientras, el Parlament abre la vía a una reforma legal para investir a distancia en el futuro.
La maquinaria de los principales partidos independentistas, ERC y PDECat, está ya engrasada para que la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat se celebre en el Parlament en Semana Santa. Las dos formaciones tienen previsto, en este sentido, reunir a sus respectivos consejos nacionales para anunciar y ratificar tanto la fecha del debate como el candidato ante su militancia, los republicanos el jueves o el viernes y los exconvergentes el sábado. Y para acabar de concretar la cuestión y hacerlos partícipes, Junts per Catalunya (JxCat) –de la que forma parte el PDECat– y ERC se reunieron ayer con representantes de la CUP a fin de ultimar los detalles.
Todos ellos dan por sentado, aunque no lo hagan públicamente, que el Tribunal Constitucional (TC) y el Supremo (TS) denegarán nuevamente la presencia en el Parlament de Jordi Sànchez, al actual candidato a la investidura. Y a partir de esta suposición ERC y PDECat no quieren demorar más los plazos. De hecho, entienden que será la nueva negativa judicial la que provocará la aceleración de los preparativos para poder celebrar de una vez el pleno de investidura.
En este contexto, y ante la previsible imposibilidad de sacar adelante la candidatura del expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), en medios de los dos partidos se baraja la posibilidad de que hoy mismo o mañana se produzca su renuncia y se dé paso al plan C con la designación de un tercer aspirante de JxCat. Y el nombre que más está en boca de todos para convertirse en el nuevo candidato es Jordi Turull.
Así las cosas, aunque la prioridad de JxCat y ERC es el pacto a tres con la CUP, las dos formaciones mayoritarias dan por cerrado el acuerdo para formar gobierno que hicieron llegar a los cuperos hace unos días y no están dispuestas a modificaciones de calado. De manera que ni la lista que lidera Carles Puigdemont ni la que encabeza Oriol Junqueras tienen la intención de supeditar esta vez la celebración del pleno de investidura a la espera de la decisión de los anticapitalistas.
En este sentido, “la voluntad de hacer el debate ya es firme”, aseguran desde ERC. Con el voto favorable de dos de los diputados de la CUP y la abstención de los otros dos, la mayoría absoluta (68 escaños) estaría asegurada y no sería necesaria una segunda votación al cabo de dos días, como está estipulado en el artículo 150 del reglamento del Parlament.
El secretariado nacional de los anticapitalistas se reunió ayer para considerar las aportaciones de las dos principales formaciones independentistas en el Parlament y comunicarles si convocan sus asambleas de forma extraordinaria. Entre las propuestas, está la última oferta del equipo de Puigdemont de someter al nuevo presidente de la Generalitat a una cuestión de confianza a mitad del mandato.
Pero si a pesar de esta nueva oferta y del cambio del nombre del candidato la CUP siguiera descartando su voto favorable, la segunda opción que se reservan JxCat y ERC es que tanto Carles Puigdemont como el exconseller de Salut Antoni Comín renuncien desde Bruselas a sus actas de diputados, cediendo sus escaños a otros dos miembros de los dos grupos parlamentarios. Así, obtendrían 66 diputados, uno más que los 65 votos contrarios de Ciudadanos, el PSC, Catalunya en Comú y el PP, que, debido a las abstenciones de la CUP, no sería suficiente para investir al candidato de JxCat en primera ronda, pero sí en segunda por mayoría simple.
El riesgo que tienen todos estos movimientos sería el de perder la votación si, encima, los diputados de Bruselas tampoco dejasen sus actas. De ser así, el plazo de dos meses para investir a un presiden-
Nadie confía en que los tribunales dejen libre a Sànchez para poder ser elegido Puigdemont y Gabriel repasan en una reunión en Ginebra la situación política
te de la Generalitat empezaría definitivamente a correr tras el aplazamiento, el 30 de enero, del primer pleno.
Quien dio buena cuenta de que el documento pactado entre ERC y JxCat para formar gobierno no está ya sujeto a cambios sustanciales fue el portavoz de los republicanos, Sergi Sabrià. En la rueda de prensa de ayer, fue categórico: “El acuerdo está a punto y cerrado”. “Mañana –por hoy– es un día clave y pueden pasar cosas importantes que nos ayuden a proceder con la investidura”, subrayó Sabrià en referencia a la comparecencia de Sànchez ante el TS.
En la rueda de prensa, el dirigente de ERC no descartó incluso la opción de que Puigdemont y Comín abandonen sus actas De hecho, preguntado explícitamente por esta última posibilidad, precisó que “se exploran todas las vías”.
No quiso entrar en tantos detalles, en cambio, el PDECat, que se reafirmó en que defendería “has- ta el último segundo” la vía de la investidura de Sànchez y prefirió, cuando menos en público, no adelantar acontecimientos. Aun así, insistió en la “urgencia de formar Govern” y en que esta y no otra “es la prioridad”, según remarcó después de la reunión de la ejecutiva del partido Maria Senserrich, miembro del equipo de dirección que encabeza Marta Pascal. Y aprovechó para mantener la presión sobre la CUP: “Apelamos a la generosidad y la responsabilidad de la CUP y de todas las partes para poder formar gobierno y sacarnos de encima el 155”.
Todos estos movimientos se produjeron el día que Carles Puigdemont y Anna Gabriel coincidieron en Ginebra y se reunieron para tratar la situación política en que se encuentra Catalunya. Primero asistieron en la sede de Naciones Unidas a un acto sobre los derechos humanos en Catalunya, titulado “Regresión de los derechos humanos en España”, en el que también se encontraban las parejas de Jordi Cuixart y Joaquim Forn, Txell Bonet y Laura Masvidal, respectivamente. Y después se reunieron para analizar el estado de las negociaciones en relación a la investidura, sobre las que cada uno expuso sus respectivos puntos de vista.
Los dos, por otro lado, están también pendientes desde la distancia de los siguientes pasos que den los tribunales, y en especial el expresidente de la Generalitat, que es quien formalmente tendrá que proponer al tercer candidato una vez quede descartado definitivamente Sànchez. Puigdemont, de hecho, también tiene pocas esperanzas de que el juez acuerde dejar en libertad al expresidente de la ANC y, en teoría, ya tiene preparado el plan alternativo, que se espera que sea el definitivo, con el nombre de Turull en la recámara para desencallar la situación.