La Vanguardia (1ª edición)

Un maliense secuestra casi 6 horas a la mujer del cónsul

El raptor, de 40 años, arraigado en Catalunya, irrumpió en la sede diplomátic­a porque no podía viajar por tener antecedent­es

- MAYKA NAVARRO TONI MUÑOZ Barcelona

Durante casi una hora de las cinco y media que duró la retención de la mujer del cónsul honorario de Mali en Barcelona, el secuestrad­or permaneció con la rehén en uno de los despachos, con la luz encendida, y permitiend­o de esa manera a periodista­s y curiosos presenciar en directo sus movimiento­s desde las ventanas que daban a la calle. El raptor, un maliense de 40 años instalado desde hace años en Catalunya y con familia, irrumpió a primera hora de la tarde en la sede diplomátic­a para exigir poder viajar a su país. Sus antecedent­es policiales por violencia de género se lo impedían.

El hombre mantuvo a su víctima en dos de las estancias del consulado durante todo el secuestro. Movió muebles y levantó una barricada en la puerta de acceso para dificultar el acceso de la policía. El secuestrad­or tenía una reivindica­ción, y los Mossos d’Esquadra activaron a su grupo de negociador­es de la división de investigac­ión criminal, la DIC. Mientras tanto en el exterior, en la avenida de Josep Tarradella­s, a pocos metros de Francesc Macià, el grupo especial de intervenci­ón, el GEI de los Mossos, empezaba a prepararse para entrar en las oficinas si era necesario.

Al tratarse de un secuestro en una sede diplomátic­a, lo que imLos plicaría actuar en territorio extranjero, los actuales responsabl­es políticos de la policía catalana en el Ministerio del Interior decidieron que el operativo debía contar con la presencia de la Policía Nacional, que también desplegó a sus GOE, los grupos de operacione­s especiales. Hasta el lugar se desplazó un veterano comisario, responsabl­e en su época de los homicidios y los secuestros en Barcelona.

Mossos d’Esquadra asumieron la negociació­n, a gritos detrás de la puerta. Confirmaro­n que, en apariencia, el hombre no iba armado y que la mujer del diplomátic­o se encontraba bien. Durante esas cinco horas y media, el secuestrad­or fue variando sus peticiones. Siempre en castellano. Pidió que le retiraran los antecedent­es por violencia de género que le impedían abandonar España para viajar a su país. Después solicitó un billete de avión y la garantía de que podría subir a la aeronave sin ningún problema. En otro momento también exigió, para liberar a la mujer del diplomátic­o, poder hablar por teléfono con el presidente de Mali.

Fue un trabajo complicado. De repente, el hombre permanecía en silencio por espacio de 20 o 30 minutos, y después se arrancaba con otra tanda de peticiones. Desde el otro lado de la puerta, en el rellano

Un negociador de los Mossos logró convencer al hombre para que abandonara la sede con la rehén

del primer piso, se le notaba tranquilo en algunos momentos, alterado en otros. Pero los operativos habían conseguido tener una buena visión del interior y sabían que la mujer no corría peligro. Mantuviero­n la opción de esperar para cansarlo y que él solo les abriera la puerta.

Sucedió durante la última tanda de la discusión. El negociador logró pactar una serie de condicione­s y le convenció de que debía abandonar la sede diplomátic­a, abrir la puerta y dirigirse con la rehén al descansill­o. El hombre ya estaba muy cansado. Había descubiert­o por la ventana a decenas de periodista­s con cámaras de televisión y de fotografía apostados en la calle de Compte Borrell con Josep Tarradella­s. Quería acabar con todo.

Abrió la puerta del consulado, sujetando a la mujer. En ese instante los GEI lanzaron una granada de aturdimien­to, una Stunt, que logró con el ruido de la explosión sorprender al secuestrad­or, que fue reducido en cuestión de segundos sin que ni la rehén ni el hombre sufrieran daño alguno. El individuo fue detenido, y los GOES se lo llevaron a las dependenci­as policiales de la Verneda. La Policía Nacional se ha hecho cargo de las diligencia­s del caso.

 ?? XAVIER CERVERA ?? Los GEI de los Mossos d’Esquadra preparándo­se por si tenían que irrumpir en el consulado de Mali en Barcelona, anoche
XAVIER CERVERA Los GEI de los Mossos d’Esquadra preparándo­se por si tenían que irrumpir en el consulado de Mali en Barcelona, anoche
 ?? XAVIER CERVERA ?? El secuestrad­or mantuvo las luces del consulado encendidas
XAVIER CERVERA El secuestrad­or mantuvo las luces del consulado encendidas

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