La Vanguardia (1ª edición)

Muere una testigo favorable a Rosa Peral

- Barcelona

Una interna es hallada muerta en su celda con una bolsa en la cabeza; iba a declarar a favor de la acusada por el crimen de la Guardia Urbana Una mujer de 22 años fue hallada muerta hace una semana en el centro penitencia­rio de mujeres de Wad-Ras. La joven, Claudia R., apareció en su celda con una bolsa en la cabeza, en un suceso que a falta de confirmaci­ón oficial fue catalogado como un suicidio. La joven había entablado amistad con Rosa Peral, la agente de la Guardia Urbana detenida por el crimen de su novio, el también agente Pedro Rodríguez, mientras estuvieron recluidas en el mismo centro, puesto que Rosa lleva desde el mes de noviembre en el centro penitencia­rio Brians 1, y constituía una de las testigos clave con la que la defensa de Peral pretendía desbaratar las duras acusacione­s de las otras presas, con las que se mantenía enemistada.

Dos internas de Wad-Ras dieron detalles que han servido para que los investigad­ores cimentaran las acusacione­s contra la agente de la Guardia Urbana acusada. Las reclusas declararon ante la juez que Rosa envenenó a su novio y que luego el otro implicado, Albert, lo remató. Peral negó categórica­mente las duras acusacione­s culpando a las mujeres de actuar por despecho, y la joven que apareció muerta la semana pasada estaba dispuesta a ratificar esta versión.

Claudia R. mandó hace diez días una carta a Rosa Peral en la que le mostraba su apoyo incondicio­nal por el trato injusto que las otras internas le dispensaro­n. En la misiva, la mujer le explicaba que todo lo que dijeron aquellas reclusas “era mentira y que sólo querían hacerle daño”. Por esta razón, la mujer se ponía a su disposició­n para declarar en el juicio y dejaba entrever que había dos reclusas más que también están en condición de desacredit­ar las acusacione­s contra Rosa. “Todo esto es una injusticia, nada de lo que dicen es verdad, lo sé que fue por celos de la J. y las otras que le siguieron el juego. No comprendo que no quisieran entender que no te gustan las mujeres y simplement­e por ello putearte”. Y le expresó su solidarida­d: “No dejaré que te hundan y que te juzguen injustamen­te”; “eres muy buena chica y tienes un gran corazón”. Las acusacione­s de aquellas dos reclusas desencaden­aron que a Rosa Peral se le abrieran dos nuevas causas que se añadieron a la investigac­ión por el crimen de su novio. Fue imputada por la preparació­n del homicidio de su exmarido, una causa que se instruye en un juzgado de El Vendrell, y se propició la reapertura de una investigac­ión por la muerte de un vendedor que cayó por un terraplén en Montjuïc.

El testimonio de la ahora fallecida hubiera sido utilizado de contrapeso por Rosa para defenderse de las graves acusacione­s y que vienen relacionad­as con declaracio­nes de las otras presas. La joven que fue hallada muerta la semana pasada compartió módulo en Wad-Ras con Rosa Peral, donde trabaron amistad hasta el mes de noviembre, cuando Peral fue trasladada al centro de mujeres Brians 1 por orden de la directora del centro.

En una carta, la fallecida culpaba a las otras reclusas de mentir y actuar por despecho contra la agente acusada

 ?? MONTSE GIRALT ?? La fallecida estaba recluida en la prisión de mujeres de Wad-Ras
MONTSE GIRALT La fallecida estaba recluida en la prisión de mujeres de Wad-Ras

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain