Mas descarta a Puigdemont y pide “inteligencia política”
OeEl expresident desaconseja reiterar su investidura o el desafío a la justicia oeERC reclama un candidato a JxCat para tener gobierno en Sant Jordi
Artur Mas sufrió en carne propia la decisión/invitación de los suyos para que diera “un paso al lado” y permitir que el independentismo saliera de una difícil situación de bloqueo, cuando en enero del 2016 entregó el testigo a Carles Puigdemont para que fuera investido presidente mientras la CUP celebraba haberlo enviado a la “papelera de la historia”. Ahora, en un escenario mucho más complicado que aquel para las fuerzas independentistas, con la sociedad catalana partida política y sentimentalmente, y las cúpulas de PDECat y ERC procesadas por sedición y rebelión, Mas ha elevado la voz para sumarlas a aquellas que, desde posiciones soberanistas, descartan que Puigdemont sea de nuevo investido y abogan por formar cuanto antes un gobierno efectivo para acabar con el 155.
Así lo reclamó ayer en una muy comentada entrevista a este diario Pere Aragonès, adjunto a la presidencia de ERC, y así lo pidió también Artur Mas en declaraciones a RAC1, en las que consideró que en estos momentos la prioridad es “rearmarse” y, desde la “paciencia, constancia e inteligencia política”, constituir un gobierno para “plantar cara y tirar hacia delante”.
“Investir ahora a Puigdemont comportaría abrir más procesos penales contra más personas, lo que se ha de valorar es si vale la pena”, señaló el expresident Mas, marcando distancias con la reclamación legitimista que plantean el sector afín a Puigdemont –Elsa Artadi, Eduard Pujol, Josep Costa, Quim Torra…–, que controla el grupo parlamentario de Junts per Catalunya y que quiere explorar con la reforma de la ley de Presidència una investidura a distancia del expresident. Como también se distanció Mas de la posibilidad, que en la ANC y los sectores más beligerantes del independentismo que se articulan alrededor de los CDR ya se analiza, de acudir a unas nuevas elecciones el 15 de julio con una lista unitaria, trufada de familiares de los políticos en prisión provisional con el fin de mantener el pulso al Estado.
El expresident, impulsor del proceso independentista en otoño del 2012, admitió que hace “mucho tiempo” que no habla con Puigdemont, pero no le restó ni un ápice de legitimidad para aspirar a seguir como presidente. Si bien, recordó que en la vida hay muchos momentos en los que la legitimidad “no se acaba imponiendo”. Con todo, Mas consideró “compatible” que se forme un nuevo gobierno en breve, y dentro del marco constitucional, con “seguir luchando para reclamar justicia” para los políticos encausados.
Esquerra Republicana quiso reforzar el mensaje trasladado a este diario por Aragonès y el portavoz republicano en el Parlament, Sergi Sabrià, apostó por formar gobierno si se puede antes de la simbólica fecha del 23 de abril, festividad de Sant Jordi, por lo que trasladó la presión a JxCat para que pongan sobre la mesa el nombre de un presidenciable viable, tras los intentos fallidos de Puigdemont, Jordi Sànchez y Jordi Turull.
Estos movimientos en el espacio independentista son observados con atención por los partidos constitucionalistas. La líder de Cs, Inés Arrimadas, considera posible el desbloqueo siempre y cuando el independentismo cumpla con la legalidad y asuma que Cs, PSC y PP (y sus votantes) forman también parte del pueblo de Catalunya. “Los separatistas deben asumir su fracaso y formar un gobierno que se dedique a gobernar y no a enfrentar a los catalanes entre sí”, declaró el secretario general de Cs, José Manuel Villegas.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, recordó que el independentismo tiene “en sus manos” acabar con el 155 y para ello, insistió, es necesario que “propongan un candidato viable” y formar un gobierno que actúe “dentro de la legalidad”, por lo que calificó de “positiva” la posición de Aragonès.
El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, exigió a los independentistas que formen un gobierno efectivo cuanto antes, y abandonen la “deriva propagandística” y la “lucha de poder” en la que entraron “hace bastante tiempo, prometiendo a sus votantes cosas que sabían que no podían cumplir”. “Esto es una forma nefasta de hacer política”, afirmó. Mientras, el portavoz del PPC, Alejandro Fernández, invitó a Aragonès a hablar también con la mitad del Parlament que no es independentista. En todo caso afirmó que el Gobierno “siempre ha estado abierto al diálogo con dos únicas excepciones: los asuntos ilegales y los que son competencia de los tribunales de justicia”.
Mas recuerda que en muchos momentos la “legitimidad” no se acaba imponiendo Sectores separatistas piensan en una lista unitaria con familiares de políticos presos Cs y PSC reclaman la formación de un Govern que respete el marco legal