Amán Tuléyev
GOBERNADOR DE KÉMEROVO
Tuléyev era un dinosaurio de la política rusa que ahora ha caído a causa del incendio que costó la vida a más de 60 personas en un centro comercial con las alarmas de incendios desconectadas y las puertas de emergencia bloqueadas.
El incendio del 25 de febrero en un centro comercial de la ciudad siberiana de Kémerovo, uno de los más mortíferos en la historia reciente de Rusia, se cobró ayer su primera víctima política. Dimitió el gobernador de la provincia, Amán Tuléyev, quien en un mensaje al presidente de Rusia, Vladímir Putin, justificó su decisión en una insoportable carga moral tras la muerte de 64 personas, incluidos 41 niños.
Tuléyev, de 73 años, es uno de los políticos más veteranos del país, varias veces candidato a la presidencia de Rusia. Su papel en la política nacional en la turbulenta década de 1990 le convirtió en una figura respetada, tanto por las élites como entre la población. Uno de los motivos es que ayudó a pacificar esa región de la cuenca carbonífera del Kuzbás durante las huelgas de mineros de esos años. Ha sido gobernador de la provincia de Kémerovo desde 1997.
A pesar de su bagaje político, en esta ocasión cometió varios errores. No acudió al lugar de la tragedia, con la excusa de que no quería molestar los trabajos de los servicios de emergencia; tampoco se presentó ante los varios miles de vecinos que protestaban en el centro de Kémerovo pidiendo explicaciones y dimisiones; y luego despreció a los manifestantes llamándoles “alborotadores”, sin tener en cuenta que algunos habían perdido a toda su familia en el incendio.
Los rumores sobre el fin de su carrera como gobernador se extendieron el año pasado, cuando el Kremlin renovaba una parte de los 83 líderes regionales. La ausencia de Tuléyev durante varios meses de la vida pública, debido a una operación de espalda, alimentaron esos rumores. Pero finalmente el Kremlin decidió mantenerle en su puesto, un signo de su peso político y de su lealtad. Tenía que estar al frente de la provincia de Kémerovo hasta el 2020 y en ningún momento había demostrado deseos de dejarlo.
“Creo que esta es la única decisión, es correcta, meditada, porque con esta pesada carga no es posible estar en el puesto de gobernador, moralmente no se puede”, dijo ayer Tuléyev al explicar su dimisión. Ahora ocupará el cargo en funciones su segundo, el vicegobernador Serguéi Tsiviliov, hasta las elecciones el próximo mes de septiembre.
El voraz incendio se inició en el centro comercial Zímnyaya Víshniya (Cereza de invierno) a las cuatro de la tarde del domingo 25 de marzo, cuando el lugar estaba lleno de familias. El número de víctimas fue tan alto porque los sistemas de alarma estaban desconectados y las salidas de emergencia habían sido bloqueadas adrede. La policía ha detenido a siete personas.
Tuléyev formaba parte de un grupo de políticos que ha estado al frente de las regiones rusas desde los 90, o incluso desde la época comunista. A pesar de las críticas de la oposición (a Tuléyev le han acusado de autoritario en los últimos años), su lealtad ha permitido al Kremlin despreocuparse de conflictos en zonas alejadas. Su tirón popular era la garantía: Tuléyev, por ejemplo, logró en las últimas elecciones (2015) el 90 % de votos.
Pero con el tiempo los grandes dinosaurios han ido dejando paso y el Kremlin ha ido colocando a políticos igual de leales pero más jóvenes. La sustitución se ha hecho sin prisas, y dependiendo de las circunstancias. En el 2010, con Dimitri Medvédev en la presidencia del país y Putin como primer ministro, se produjo un pequeño temblor político cuando dejó su puesto como alcalde de Moscú Yuri Luzhkov, en el cargo desde 1992. También abandonaron su puesto otros líderes que parecían estar ahí para siempre, como Mintimer Shaimíev, que había sido presidente de Tatarstán (Volga) desde antes de que se desintegrara la URSS; o Murtazá Rajímov, que presidió la república de Bashkortostán (Volga) desde 1993.
El año pasado el Kremlin volvió a renovar los cargos de gobernador, promoviendo a políticos jóvenes y técnicos. Según muchos analistas, el objetivo era preparar el futuro sin Putin, ya que en las elecciones del pasado marzo fue reelegido para un teórico último mandato hasta el 2024. De los grandes dinosaurios rusos (en el poder desde los 90), Tuléiev era uno de los pocos supervivientes. El más veterano es Yevgueni Sávchenko, desde 1993 gobernador de la provincia de Bélgorod, en el centro-sur de la Rusia europea.
El Kremlin ha promovido al frente de las regiones a políticos leales, pero más jóvenes y técnicos