La Vanguardia (1ª edición)

En marcha el renovado complejo de Sancho de Ávila

El nuevo espacio, que ha supuesto una inversión de 14 millones de euros, dispone de dos edificios y una plaza

- FEDE CEDÓ Barcelona

El renovado tanatorio Sancho de Ávila, el espacio funerario que durante 50 años ha dado servicio a las familias de la ciudad en su proceso de afrontar el duelo, ha abierto puertas en los últimos días en un complejo de 12.000 metros cuadrados, en la calle Almogàvers de Barcelona. La empresa de servicios funerarios Mémora ha invertido un total de 14 millones de euros en unas instalacio­nes que se reparten en dos edificios.

El conjunto abarca una zona de servicios, un tanatorio de 8.000 metros cuadrados y una plaza pública. Juan Jesús Domingo, consejero delegado de la empresa funeraria, destaca que estos equipamien­tos que han ido entrando en servicio durante el mes de marzo se han adaptado a las demandas del ciudadano. Demandas que se concretan en velatorios de mayores dimensione­s y con más luz, en líneas generales.

El moderno Sancho de Ávila nace con 20 salas para el velatorio, las mismas que tenía anteriorme­nte, pero mucho más amplias. Todas tienen un baño incorporad­o y disponen de varias estancias. Una de ellas, la destinada a la recepción de visitas, dispone de sofás y terrazas exteriores con acristalam­ientos que ofrecen una gran luminosida­d. El oscuro cuarto que ocupaba el túmulo se ha transforma­do en una zona diáfana gracias a las claraboyas y ventanas.

“Antiguamen­te, la misa se celebraba en la parroquia del barrio”, recuerda Juan Jesús Domingo. Pero la tendencia actual es realizar la ceremonia de despedida del difunto en las salas del complejo funerario, así como en lugares emblemátic­os para la persona fallecida.

El equipamien­to actual cuenta con tres salas de ceremonias. Una para 100 personas y otras dos con capacidad para 200 que si es necesario se pueden transforma­r en un espacio que podría llegar a acoger hasta a 400 asistentes. Este ámbito cuenta con las últimas tecnología­s, como métodos audiovisua­les y grabacione­s que permiten retransmit­ir la ceremonia en directo por internet. Las familias pueden personaliz­ar hasta el mínimo detalle. Cabe destacar que las ceremonias laicas han aumentado un 18%.

Domingo hace hincapié en que una de las premisas al abordar la reforma fue buscar la excelencia en el diseño, y más teniendo en cuenta que el complejo está enclavado en el 22@. En este sentido, destaca la sostenibil­idad al abordar la construcci­ón de un edificio “verde”, “conectado a la red urbana de calor,

El equipamien­to funerario se ha concebido para obtener la máxima eficiencia energética

placas fotovoltai­cas y reciclaje de aguas, concebido para obtener la máxima eficiencia energética”.

Junto a los edificios que se elevan entre las calles Sancho de Ávila y Joan d’Àustria, destaca la gran plaza pública de 2.000 metros cuadrados, con vegetación mediterrán­ea, que preside el acceso a Serveis Funeraris.

El ámbito dedicado al tanatorio ocupa 8.000 metros cuadrados. El segundo edificio, de 2.000 metros cuadrados, alberga un restaurant­e y los servicios de atención a las familias.

A la inversión de 14 millones de euros en Sancho de Ávila le ha precedido la de 1,7 millones destinada a la remodelaci­ón de los tanatorios de Les Corts, de Sant Gervasi y de Collserola.

Serveis Funeraris de Barcelona es el servicio municipal operado por la empresa privada Mémora, en la que el Ayuntamien­to de Barcelona tiene un 15% del accionaria­do.

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La plaza pública frente al nuevo edificio funerario de Sancho de Ávila

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