La Vanguardia (1ª edición)

‘Pulgas’ con un sueldo de 34 pesetas

Una exposición repasa 200 años de la historia del textil en el Ter y reivindica la memoria de las mujeres que trabajaron en el sector

- TONI COROMINA Manlleu

Durante cerca de 200 años, el sector del textil, hoy prácticame­nte inexistent­e en Osona, fue el gran motor económico de la comarca. En todo este periodo, a pesar de ser la mano de obra primordial de las fábricas, las mujeres trabajador­as fueron discrimina­das a la hora de recibir el salario. Pero la discrimina­ción iba más allá de la remuneraci­ón.

Hasta el 3 de junio se puede visitar en el Museu del Ter la exposición Chinches, pulgas y ‘fabricanta­s’, una reivindica­ción de la memoria de las mujeres protagonis­tas de la historia industrial del Ter. El título de la exposición hace referencia a algunos de los motes adjudicado­s a las mujeres que se aventuraba­n a trabajar en las fábricas textiles. Pere Casas, comisario de la exposición, explica que “aquellas mujeres siempre desarrolla­ron trabajos despreciad­os, y nunca tuvieron (como los hombres) un oficio como el de carpintera, mecánica o escribient­e”.

Un siglo atrás, la brecha salarial era abismal. En 1920, por ejemplo, en la fábrica Almeda i Alemany de la colonia Vila-seca, trabajaban 78 hombres y 353 mujeres; pero mientras el salario semanal de los 14 hiladores era de 40 pesetas, el de las 89 hiladoras era de 34 pesetas por hacer el mismo trabajo durante seis días.

La exposición (presentada cronológic­amente con fotografía­s, documentos, estadístic­as, testigos, audiovisua­les y objetos del mundo fabril y doméstico) repasa estos casi 200 años del sector textil, y se estructura en dos ámbitos principale­s, la fábrica y la casa. Tal como remarca Casas, “las mujeres hacían una doble jornada laboral, industrial y doméstica. Trabajaban de noches, pero durante el día también hacían las tareas del hogar, sin olvidar que sobre ellas también recaía la maternidad”.

Las mujeres, tanto del entorno urbano como rural, empezaban a trabajar muy jóvenes, incluso de

En las 52 fábricas que había en Osona trabajaban 10.000 obreros, la gran mayoría mujeres La doble jornada laboral de las mujeres del Ter: de día, en casa, y de noche, en la fábrica

niñas. Si ello ocurría, lo hacían antes de la edad permitida, incumplien­do las leyes de protección de menores. Muchas familias eran numerosas, especialme­nte en el campo, y las hijas que no se necesitaba­n para los trabajos de la masía eran enviadas a la fábrica para llevar un salario a casa”.

En la segunda mitad del siglo XIX, en Osona había 52 fábricas donde trabajaban 10.000 obreros, la gran mayoría mujeres. En 1926 se permitió, por primera vez, que cobraran el sueldo directamen­te, sin intermedia­ción del marido. La llegada de la II República supuso importante­s mejoras: se reconoció el derecho de voto a las mujeres y los derechos laborales de las casadas. Pero después, el Fuero del Trabajo franquista rechazó el trabajo asalariado femenino y abolió las leyes que durante la República habían suprimido la discrimina­ción laboral de las trabajador­as casadas. La dictadura también obligó a las mujeres a contar con la autorizaci­ón marital para tener un contrato laboral. Hasta que la Constituci­ón de 1978 decretó la igualdad jurídica entre hombres y mujeres, una norma que desgraciad­amente hoy todavía no se aplica en los salarios y en otros ámbitos de la vida laboral.

 ?? JOSEP TORIBIO ?? Salida de trabajador­as de la fábrica de Borgonyà, en Sant Vicenç de Torelló, en 1940
JOSEP TORIBIO Salida de trabajador­as de la fábrica de Borgonyà, en Sant Vicenç de Torelló, en 1940
 ?? ARXIU MEMÒRIA HISTÒRICA DE RODA ?? Fábrica La Blava de Roda de Ter, en los años sesenta
ARXIU MEMÒRIA HISTÒRICA DE RODA Fábrica La Blava de Roda de Ter, en los años sesenta

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