La Vanguardia (1ª edición)

Proyecto revisable

El Barça hará “retoques” para potenciars­e tras el descalabro

- TONI LÓPEZ JORDÀ Barcelona

Fracaso era la palabra que flotaba en las entrañas del Palau Blaugrana tras caer el Barça en octavos ante el Montpellie­r. “¿La temporada es un fracaso?”, voló la pregunta hacia Xavi Pascual. “Fracaso significa que no lo has intentado todo, y nosotros lo intentamos todo para pasar. No estar en la Final Four es una decepción enorme, pero los jugadores se han vaciado, no les puedo reprochar nada. Es la derrota más dura desde que soy entrenador del Barça”.

Y de eso hace nueve temporadas y media. En este tiempo con Pasqui al mando han cazado 42 títulos. Amos absolutos de las competicio­nes domésticas (37 trofeos, incluidas las 8 Ligas seguidas), los blaugrana miden su verdadero nivel competitiv­o en Europa. En este período bajo el formato Final 4, ningún equipo ha instaurado su era. Barça (2011, 2015) y Kiel (2010, 2012) son los únicos que han repetido corona. Aun así, pese a la creciente competitiv­idad y exigencia, la eliminació­n en octavos –la más prematura desde el 2009– es un pobre resultado para el Barça y abre la reflexión sobre su proyecto, cuando aún tiene la Copa por delante. La irregulari­dad. Pese a que este Barça 2017-18 era un equipo más cohesionad­o, con los automatism­os mejor adquiridos y con nuevos refuerzos para doblar en todas las posiciones (Dolenec, Borges, Lenne, y luego Pálmarsson), el rendimient­o ha sido más irregular y el juego más pobre que el del curso anterior (cuando fue 1.º de grupo y se clasificó para la F4). Esta temporada, el Barça parece haber inmadurado. Le ha costado más sacar los partidos de nivel (ganó tres en el Palau sufriendo, de un gol), incluso los teóricamen­te más asequibles de la Asobal los ganó con menos solvencia. “Cada vez el nivel es más alto y nos obligan más. Este año hemos tenido una serie de problemas y no hemos estado finos, no hemos tenido la velocidad que nos habría gustado, por diferentes motivos”, admitía Pasqui. Motivos como las lesiones de Lasse Andersson –que recayó en septiembre y no ha podido jugar–, las posteriore­s de Dolenec y Lenne, los problemas (físicos y psicológic­os) de Jallouz, que el curso pasado era desequilib­rante en el lateral izquierdo, y el largo proceso de adaptación de Pálmarsson, además de la sobrecarga física del calendario. Desconexio­nes. Uno de los problemas habituales del Barça este año han sido los apagones, la inconstanc­ia en el juego. “Hay que ser más sólidos en defensa, más potentes, y encajar con menos facilidad”, resumía Víctor Tomàs a medio curso. Uno de los males procede de la defensa: con demasiada frecuencia le ha faltado agresivida­d, dureza, consistenc­ia y solidez. Y en ataque le ha fallado la regularida­d en su amplio abanico de opciones. Los laterales N’Guessan y Mem, enormes bombardero­s, han sostenido al equipo pero en ocasiones desaparecí­an, como los extremos, en especial un Víctor Tomàs menos acertado de lo habitual. La conexión con el pivote ha sido intermiten­te. Desequilib­rios. Pese a los refuerzos llegados (4), al Barça le faltado mantener el nivel con algunos recambios: Ristovski no ofrece las garantías de Gonzalo; Dolenec, exquisito técnicamen­te como fintador y asistente, carece de tiro y defensivam­ente tiene muchas lagunas; el brazo de Jallouz está desapareci­do; a Lenne, entre lesiones y devorado por Aleix Gómez, casi ni se le ha visto... Y Pálmarsson sigue adaptándos­e. El islandés, el gran deseado, llegado en noviembre tras estar 4 meses parado, sigue sin alcanzar su mejor nivel. Sus actuacione­s, voluntario­sas, han sido discretas, insuficien­tes para su categoría y el liderazgo que se esperaba. Reajustes necesarios. En sus nueve cursos y medio, Pasqui cada año ha ido renovando el equipo con piezas nuevas para mantener la competenci­a e incrementa­r el nivel. El proyecto, en plena evolución, necesitará “algún retoque” para “potenciar más” algunas parcelas, según el técnico. “Tenemos una línea clara de lo que queremos hacer”. De momento, el Barça hará tres cambios para el curso 2018-19: llegarán el pivote Ludovic Fàbregas (Montpellie­r), el meta Kevin Møller (Flensburg) y el pivote defensivo Thiagus Petrus (Pick Szeged), en sustitució­n de Alexis Borges (cedido por el Oporto), Ristovski y Viran Morros (PSG). Otro refuerzo será Andersson, y renovarán Entrerríos y Aleix Gómez.

EL LASTRE DE LA IRREGULARI­DAD “No hemos estado finos y nos ha faltado velocidad, por varios motivos”, como las lesiones, admite Pasqui TRES REFUERZOS EN CAMINO El meta danés Kevin Møller y los pivotes Ludovic Fàbregas y Thiagus Petrus deben incrementa­r el nivel

 ?? XAVIER CERVERA ?? La decepción se instaló en el equipo blaugrana al no poder remontar los tres goles al Montpellie­r en el Palau
XAVIER CERVERA La decepción se instaló en el equipo blaugrana al no poder remontar los tres goles al Montpellie­r en el Palau

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