Glovo prevé facturar este año cerca de 100 millones
La empresa defiende las condiciones de los repartidores autónomos
Glovo prevé facturar este año “entre 90 y 100 millones de euros”, seis veces más que los 17 millones del 2017, según explicó ayer el consejero delegado y fundador, Oscar Pierre. Esta cifra se obtendrá sobre una previsión de 300 millones de euros transaccionados (el valor de los pedidos entregados).
Glovo, fundada en el 2015, es una plataforma que se basa en una red de repartidores autónomos para realizar envíos urbanos urgentes. Un modelo de relación laboral que lleva tiempo en el centro de la polémica. Pierre intentó ayer ser transparente sobre el modelo de negocio. En rueda de prensa, explicó que el pedido medio es de 18 euros, más otros dos euros de media por gastos de envío. Glovo contabiliza como facturación el pago de los gastos de envío, más una comisión que recibe del comercio. Por cada entrega, el comercio o restaurante recibe de media 13,65 euros (el 75%) y el repartidor, 5 euros. Otros 0,35 euros son impuestos, y el margen bruto de Glovo es de 1 euro por pedido (al que hay que descontar atención al cliente o devoluciones). “Con esta estructura de costes, el modelo tiene sentido a gran escala”, dijo Pierre. “Hasta que la ciudad está desarrollada, en unos tres meses, este margen es negativo”.
Actualmente Glovo opera en 39 ciudades de nueve países (España, Francia, Italia, Portugal y en Latinoamérica). Tiene 420 empleados (la mayoría en Barcelona, 50 en tecnología), 5.600 comercios asociados (“para la mayoría, somos su puerta al mundo online”). Tiene 7.400 repartidores (4.000 en España), la mayoría trabajan menos de 18 horas a la semana. “No queremos ser el trabajo de la vida de nadie. El modelo se basa en su flexibilidad.
Presente en 39 ciudades de nueve países, enfoca ahora el crecimiento a Estambul y El Cairo
Son autónomos y contratamos un seguro adicional”. Glovo ha empezado a cobrarles una comisión de 2 euros por la gestión de las facturas, dos veces al mes.
En agosto cerró una ronda de 30 millones, liderada por Rakuten, con la que financia su expansión internacional. Este 2018 prevé llegar a 800 trabajadores, 25.000 repartidores, 20.000 comercios asociados y abrir en ciudades clave como Estambul o El Cairo, además de Rumanía o Marruecos. Además, lanzará una opción para dar servicio de mensajería a oficinas y comercios. Más del 75% de los pedidos son de comida, pero el objetivo a largo es ser “el Google de los servicios en las ciudades”.