Argelia sufre la peor catástrofe aérea de su historia
257 muertos al caer un avión, entre ellos refugiados saharauis
Varios testigos situados en una zona próxima a la pista del aeródromo dijeron ayer a la cadena de televisión argelina Ennahar que vieron cómo salían llamas de uno de los motores del avión justo antes de que despegara. Esa será una de las piezas clave en la investigación que el Gobierno argelino puso ayer mismo en marcha para aclarar las circunstancias del accidente de un avión militar que ayer se cobró la vida de 257 personas, la mayoría personal del ejército, pero también una treintena de refugiados saharauis.
El avión, un Iliushin IL-76 de fabricación rusa, se estrelló en una zona agrícola al poco de despegar de la base de Bufarik, a unos 30 kilómetros al sureste de la capital argelina, con dirección a Tinduf, una zona de importante actividad militar tanto por la proximidad con la frontera marroquí como, sobre todo, porque concentra los campos de refugiados saharauis que llevan allí más 40 años. En dichos campos se encuentra la sede del Gobierno en el exilio de la República Árabe Saharaui Democrática.
Diez de los fallecidos son personal de dotación de la aeronave y el resto del pasaje, en su mayoría soldados y oficiales del ejército argelino. Pese a que el destino del aparato era Tinduf, estaba prevista una parada técnica en la ciudad de Bechar que ya no pudo producirse. En el aparato también viajaban algunas familias de los militares, incluyendo niños.
El aparato, según las especificaciones técnicas, iba al máximo de su capacidad que se sitúa, según las diferentes configuraciones, entre las 126 y las 225 plazas de pasajeros. El avión es un cuatrirreactor que empezó a fabricarse en los años 70 y que, según expertos aeronáuticos, tenía hasta ahora buenos récords de seguridad. Al parecer, en su descenso, el avión tocó tierra primero con un ala e inmediatamente se produjo el desenlace fatal. Inmediatamente se prendió fuego, según un testigo. Otro asegura que vio saltar del aparato alguna persona después del accidente; sin embargo, tales extremos no fueron ayer confirmados por fuente oficial alguna, por lo que se da por sentado que todos los ocupantes del avión fallecieron.
En las tareas de rescate de los cuerpos participaron unos 300 efectivos, según explicaron fuentes de protección civil, además de un gran número de ambulancias y vehículos de bomberos.
Conocida la noticia, el ministro argelino de Defensa, el general Gaid Salah, interrumpió una visita de dos días que estaba realizando a la Segunda Región Militar (oeste del país) y ordenó formar una comisión de investigación para conocer las causas de este accidente, informó el citado ministerio en un comunicado.
El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, decretó ayer mismo tres días de luto nacional y pidió un recuerdo especial para los fallecidos en los rezos del viernes.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, de viaje oficial a Argentina, trasladó palabras de pésame por las víctimas del accidente aéreo a través de Twitter: “Mis condolencias al pueblo y a las autoridades argelinas”.
Este es el accidente aéreo más grave sufrido por Argelia desde que en el 2014 un total de 77 personas murieran al estrellarse un avión de transporte militar de la clase Hércules C-130 en la región montañosa de Oum el Bouaghi, a 500 kilómetros al este de Argel.
Además, en marzo del 2016 un total de 12 militares argelinos perecieron al precipitarse un helicóptero MI-171 de las fuerzas aéreas argelinas durante una misión en el desierto del Sáhara, en una zona próxima a la frontera con Mali. En aquella ocasión, las autoridades argelinas aseguraron que se trató de un fallo técnico.