Beneficios del termalismo: mucho más que relax
ANDORRA ES UNO DE LOS PRIMEROS PAÍSES DEL MUNDO EN HACER DEL TERMALISMO SU BANDERA. CALDEA, BUQUE INSIGNIA DE ESTA NUEVA CULTURA, OFRECE EL DISFRUTE DE LAS MÁS PURAS AGUAS TERMALES
En algunos lugares del mundo sucede un fenómeno extraordinario. Del suelo emanan aguas calientes que llevan al exterior el calor de la tierra. En ellas se encuentran disueltos numerosos minerales cuyas magníficas propiedades vienen aprovechándose desde hace milenios para tratar dolencias y rejuvenecer el cuerpo.
TERMALISMO MODERNO
Cada vez hay más evidencia científica que apunta al termalismo como una excelente herramienta para tratar afecciones musculoesqueléticas, dermatológicas, respiratorias y cardiovasculares. Por suerte, en nuestra geografía contamos con casi un millar de instalaciones hidrotermales. En los últimos años, además, el concepto de termalismo ha conseguido despojarse de su fama de oferta de salud decimonónica y burguesa dirigida a personas de edad avanzada. El termalismo moderno ha revolucionado la manera de entender la magia de estas aguas y ofrece a sus adeptos Los registros de las primeras terapias con aguas termales datan de 1550 a.C. Desde entonces, todas las culturas se han beneficiado de sus efectos auténticas experiencias de salud y bienestar que van más allá de un simple baño caliente.
Acudir a un centro de aguas termales se ha convertido en una experiencia que se adapta a un enorme número de audiencias. Desde el turismo recreativo familiar (apto también para niños pequeños) hasta experiencias de wellness holístico. Todas las maneras en las que se puede entender el disfrute de estos manantiales de aguas casi milagrosas están representadas en los centros termales más innovadores del mundo.
CUESTIÓN DE SALUD
Los primeros registros de terapias con aguas termales datan del año 1550 a.C. y hasta el momento no se han dejado de aprovechar por todas las culturas. La lista de aplicaciones y beneficios es interminable, aquí van algunos de los más destacados.
1. Mejoran el estado de la piel
De entre todos los minerales que podemos encontrar en abundancia en las aguas termales, destacan el potasio y el silicio, por sus propiedades dermatológicas. Ambos ayudan a nutrir la piel dándole un aspecto rejuvenecido.
Por su parte, el azufre se ha visto efectivo en el alivio de síntomas de afecciones como el eccema, la psoriasis y erupciones cutáneas. Más todavía: el magnesio “mejora la función de barrera de la piel, mejora la hidratación de la piel y reduce la inflamación en la piel seca atópica”, según un estudio publicado en el International Journal of Dermatology.
2. Alivian el dolor
El efecto sinérgico de temperatura, presión y composición de las aguas termales tiene un resultado relajante sobre la musculatura a la vez que actúa como reductor de la fatiga. Concretamente parece ser que las aguas especialmente ricas en sodio, magnesio y potasio son las que mejores resultados consiguen.
Así es, un estudio israelí publicado en la revista Rheumatology
International ha mostrado evidencia de que las aguas termales pueden ayudar en el alivio del dolor y la fatiga por fibromialgia. Huelga decir que, por lo tanto, las personas con artritis y otras dolencias del sistema musculoesquelético también pueden beneficiarse de sus propiedades.
3. Aumentan la función respiratoria
La inhalación de agua termal tiene un efecto antiinflamatorio de las vías respiratorias. Así lo demuestra un estudio científico realizado por el Departamento de Medicina Ambiental y Salud Pública de la Universidad de Padua, en Italia. Por otra parte, el mero hecho de estar sumergido en aguas calientes hace que se produzca un considerable aumento del riego sanguíneo en el aparato respiratorio.
Asimismo, el baño en aguas termales se considera especialmente útil como mucolítico y expectorante. Es más, en la mayoría de balnearios se puede encontrar un área de hammam, también conocido como baño
turco, cuyos vapores calman problemas respiratorios y ayudan a eliminar toxinas.
4. Reducen el estrés
No es ningún secreto que altos niveles de estrés pueden afectar a nuestra salud, no solo física, sino también mental, en gran medida. Por ello, no sorprende que muchos de los beneficios que se perciben de las inmersiones termales se deriven del puro y simple hecho del efecto relajante que producen. En definitiva, es un placer con grandes beneficios sobre nuestra salud y bienestar general.
Relajarse en aguas termales hace que la presión sanguínea disminuya, la circulación aumente y se acelere el metabolismo. Este compendio de reacciones en cadena provocan en quien disfrute de semejante regalo de la naturaleza una sensación casi extracorpórea, como flotando, y llevando la mente a un lugar de paz, donde todo está bien.
PRESENTE EN ANIMALES
De hecho, un reciente estudio ha descubierto que los macacos japoneses, conocidos por bañarse en cálidas aguas termales, se comportan de este modo inusual para un animal justamente cuando
Muchos de los beneficios de los baños termales se derivan del efecto relajante y reductor de estrés, además de la composición mineral del agua
buscan contrarrestar situaciones de estrés. “Esto indica que, como en los humanos, la fuente termal tiene también un efecto reductor del estrés para los animales”, explica la Dra. Rafaela Takeshita, investigadora del Primate Research Institute de la Universidad de Kioto.
PAÍS DE TRADICIÓN TERMAL
Andorra, especialmente conocida por sus resorts de esquí y una fabulosa ruta de shopping, guarda entre sus valles uno de sus bienes más preciados, una cuarentena de fuentes naturales de aguas termales.
Algunas de las aguas termales andorranas pueden llegar a emanar de la tierra con temperaturas alrededor de los 70 ºC, con lo que se consideran como las más calientes del Pirineo. Es el caso de la fuente natural que abastece, por ejemplo, el Centro Termolúdico Caldea. En este caso, su riqueza en minerales como el sodio y el azufre otorgan a estas aguas propiedades antiálgicas, es decir, con capacidad para calmar el dolor, cicatrizantes, descongestionantes y antialérgicas.
Y es que la cultura del bienestar es algo que ha crecido exponencialmente en el principado. Esta, además, ha convivido con otros valores actuales, como la sostenibilidad. Los andorranos han sabido interpretar a la perfección la explotación de los recursos naturales de una forma respetuosa y ofrecerlos a sus visitantes (pero también a un público local muy fiel), ávidos por vivir experiencias que resulten placenteras e innovadoras, a la vez que les ayudan a recuperar su vitalidad y bienestar o a liberarse del estrés.