El Sevilla queda lejos del milagro ante el Bayern
Se acabó el sueño. El camino del Sevilla en la Champions terminó en Alemania: logró evitar la derrota (0-0), pero nunca estuvo cerca del milagro. Los sevillistas plantaron cara, dejaron una buena imagen, pero será el Bayern quien esté mañana en el bombo.
El desastre del Barcelona en Roma trajo consecuencias ayer en Munich. Jupp Heynckes no especuló con el resultado de la ida y puso sobre el césped desde el inicio toda la artillería pesada con James y Müller por dentro, Robben, Ribéry por fuera y arriba Lewandowski. Pero el plan funcionó sólo a medias y a empujones. Mucha intensidad, especialmente al inicio del partido y al final de la primera parte, pero muy poco fútbol en el equipo bávaro, que echó de menos la creatividad de Thiago. Algunos disparos de media distancia, bien resueltos por un seguro David Soria, y muy poco más.
El Sevilla tuvo la virtud de no amilanarse ante lo que se suponía un vendaval, que apenas se produjo en los primeros minutos de la segunda mitad. En la primera tuvo varios acercamientos peligrosos a la portería de Ulreich, si bien no logró terminar ninguna jugada con claridad. Instaló cierta preocupación en las gradas locales, pero Correa y Ben Yedder fueron incapaces de aprovechar algunos balones que les quedaron francos, especialmente uno propiciado por un error monumental de Javi Martínez.
De poco sirvió que la afición sevillista visitara en masa el Allianz Arena. Más de 2.800 aficionados se montaron en coches, trenes y aviones, pese a la huelga de la compañía alemana Lufthansa, en la semana en la que arranca la Feria de Abril y a pocos días de disputar la final de la Copa frente al Barça en Madrid. Miles de aficionados que regresaban tristes a Sevilla, aunque reconocían el mérito de un equipo que ha hecho historia. “Al fin y al cabo, hemos estado al mismo nivel que el Barcelona”, se consolaba alguno.