Las obras del Barça arrancarán en febrero con la demolición del Mini
El Ayuntamiento y el club cierran un “acuerdo histórico” tras años de desencuentros
Acuerdo final para reformar el entorno del Camp Nou
El plan incorpora un equipamiento deportivo y reduce las habitaciones del hotel
LAS ÚLTIMAS MODIFICACIONES
LOS BENEFICIOS La ciudad ganará tras la gran operación urbanística 32.000 m2 de zonas verdes
El proyecto del Espai Barça que comportará la transformación del entorno del Camp Nou ya tiene vía libre para convertirse en una realidad en el horizonte del 2022. El plan, que se aprobará en el pleno municipal del próximo 27 de abril tal y como ayer avanzó La Vanguardia, permitirá iniciar las obras en Les Corts en febrero del 2019, una vez que concluya la construcción del estadio Johan Cruyff de Sant Joan Despí. Será entonces cuando podrá empezar la demolición del Mini para levantar en 24 meses el nuevo Palau Blaugrana. En verano de ese mismo año arrancará la remodelación del Camp Nou, que durará cuatro años y se llevará a cabo en periodos estivales.
El Ayuntamiento escenificó ayer con el FC Barcelona lo que definieron como “un acuerdo histórico” tras los planes fallidos que se vielas nen sucediendo desde 1999 para transformar este espacio. El desbloqueo del proyecto y la fotografía conjunta de la alcaldesa Ada Colau y el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, con los líderes de los grupos municipales se convirtieron ayer en un bálsamo para las dos instituciones en una semana terrible que desean dejar atrás cuanto antes.
Así las cosas, el documento que ayer recibió el visto bueno de la comisión de gobierno y que se debatirá de forma provisional en la comisión de Urbanismo del próximo miércoles recoge algunas modificaciones respecto al proyecto inicial. Unos cambios con los que el equi- po de gobierno intenta contentar a las entidades vecinales críticas con los planes del club azulgrana. La principal novedad es la futura construcción de un equipamiento deportivo público y la reducción de 165 a 100 habitaciones del establecimiento hotelero de cuatro estrellas previsto en el ámbito. Además, se trasladarán 2.000 metros cuadrados del inmueble de terciario al futuro edificio que acogerá las oficinas administrativas del Barça, se ampliarán zonas verdes –que sumarán 32.000 m2– y se protegerá patrimonialmente la Masia, que no podrá albergar un restaurante.
Los costes de las obras de urbanización tendrán una factura de 125 millones de euros, tres millones más de lo previsto, que asumirá en su totalidad la entidad deportiva, tal y como repitió ayer la alcaldesa al afirmar que a la ciudad no le costarán ni un euro. El proyecto global del Espai Barça –urbanización incluida– supondrá un desembolso de 639 millones, un presupuesto que los responsables del club aseguraron que se ajustará cuando empiecen las obras.
Ada Colau refirió ayer que el proyecto es un gran beneficio para la ciudad. “Era una asignatura pendiente que permitirá convertir el Camp Nou, un espacio cerrado, en un lugar permeable para todos los ciudadanos”, se felicitó. También tuvo palabras para los vecinos al asegurar que en este proceso de diálogo con las entidades se ha conseguido incorporar miradas diferentes y hacer un mejor proyecto. En la misma línea se pronunció Bartomeu, quien destacó que el Espai Barça es un plan que, “después del duro golpe de la Champions, va más allá del terreno de juego y significa mucho para el futuro del club y el barrio de Les Corts”.
En el acto de presentación del acuerdo también participaron los líderes de la oposición a excepción de la CUP. Xavier Trias (PDE Cat), Carina Mejías (Cs), Alfred Bosch (ERC), Jaume Collboni (PSC), Alberto Fernández (PP) y el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy, elogiaron el proyecto que sienta las bases de una nueva relación entre el Barça y el Ayuntamiento.