La pugna entre Iglesias y Errejón aflora a rebufo de la crisis de Madrid
La pugna entre el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y su otrora número dos, Íñigo Errejón, ha vuelto a aflorar a rebufo del escándalo sobre el máster de Cristina Cifuentes. El secretario general del partido morado quiere oficializar cuanto antes la candidatura de Errejón a la presidencia de la Comunidad de Madrid para erigirse en la principal oposición al PP en el Parlamento regional y aprovechar la oportunidad que les brinda la polémica de Cifuentes. Sin embargo, las dudas y suspicacias de Errejón han sacado de quicio a Iglesias. “Ni media tontería, Íñigo”, le riñó ayer el líder podemita en el Congreso.
La crisis de la presidenta de la Comunidad está siendo capitalizada por el PSOE y su portavoz en el Parlamento regional, el exministro Ángel Gabilondo, mientras que Podemos ha quedado relegado a un segundo plano. El plan de Iglesias pasa por celebrar primarias el mes que viene, pero sólo para elegir el candidato a la presidencia de la Comunidad. La confección de la lista se dejaría para más adelante. El equipo de Iglesias considera que así dispondrán de más tiempo para elaborar una candidatura “de consenso” mientras sacan rédito de la debilidad de Cifuentes y su máster.
El entorno de Errejón, en cambio, ve esta operación como una encerrona para convertir al diputado en un títere, con un equipo hecho a medida de Iglesias que le restaría iniciativa en el gobierno regional. De ahí que Errejón amagara ayer con renunciar a representar a Podemos en la Comunidad de Madrid.
Sus dudas han irritado sobremanera a Iglesias. Otra vez el partido morado se enreda en peleas internas en lugar de dar la batalla por las instituciones y las ideas, consideran en su equipo.
Errejón, sin embargo, sigue sin verlo claro. Y no sólo por la disputa de las listas. Las encuestas no dejan a Podemos en una buena posición en las elecciones al parlamento autonómico. Con este panorama, el exsecretario político del partido teme quedar atrapado en la irrelevancia, ahondando en el declive que sufre desde que perdió el pulso contra Iglesias en el congreso de Vistalegre II.
Errejón ha pasado en tiempo récord de ser el número dos de Podemos y aspirar a la vicepresidencia de España a candidato a un parlamento regional en el que los estudios demoscópicos le auguran una posición irrelevante. Incluso su crédito intelectual comienza a resentirse. Las invitaciones de universidades y congresos internacionales que antes reclamaban su presencia de manera constante, llegándolo a desbordar al no poder responder a todas ellas, son ahora mucho más escasas. La duda que muchos tienen en Podemos es si Errejón está dispuesto a revertir la situación o se conformará.