Más de un tercio de los jóvenes entre 25 y 34 años aún vive con sus padres
Los hogares que más crecen en España son los más pequeños, los de una persona
La emancipación tardía sigue siendo un rasgo característico de la juventud española. Más de una tercera parte de los jóvenes de entre 25 y 34 años –franja de edad en la que se considera que la mayoría ha acabado sus estudios y ya debería tener empleo– continúa viviendo con sus padres. Y si el foco se pone por debajo de la treintena, entre los 25 y los 29, son más de la mitad quienes aún no se han emancipado, según la Encuesta Continua de Hogares 2017 que acaba de hacer pública el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las cifras muestran una ligerísima mejoría en la tasa de emancipación respecto al año anterior, pero suponen un retroceso respecto a hace cinco años, cuando se comenzó a elaborar esta estadística. A las dificultades para encontrar empleo o acceder a un sueldo suficiente para independizarse se ha sumado el encarecimiento de la vivienda y, muy especialmente, el fuerte incremento del precio de los alquileres en las ciudades. A edades tempranas, las chicas son más lanzadas cuando se trata de irse a vivir solas. El año pasado habían optado por ello el 1,6% de las menores de 25 años, frente al 1,1% de los hombres de esa edad.
Y son precisamente este tipo de hogares, aquellos en los que vive una persona sola, los que más crecen en España. Según el INE, en el 2017 se crearon un 1,1% más de hogares unipersonales. Ya superan la cifra de 4,68 millones, representan el 25,4% del total de hogares y albergan a más del 10% de la población. Dicho de otro modo: en España, una de cada diez personas vive sola. Y el 42% tiene más de 65 años y son mayoritariamente mujeres. En cambio, seis de cada diez hogares unipersonales de menores de 65 años corresponden a hombres. Otra diferencia significativa es que casi el 60% de los hombres que viven solos son solteros, mientras que prácticamente la mitad de las mujeres que residen solas son viudas.
No obstante, la radiografía global de los 18.472.800 hogares que hay en España muestra que el más frecuente es el hogar en que viven dos personas (30,4% de los hogares). Y la forma de vida más habitual es la convivencia en pareja, con o sin hijos (11,3 millones de hogares). Ello a pesar de que el año pasado se redujo significativamente (más del 17%) el número de hogares de parejas del mismo sexo.
Si se atiende al número de hijos, en el 2017 se contabilizaron casi cuatro millones de hogares formados por parejas sin descendientes; 2,96 millones de parejas con un solo hijo; 2,78 millones con dos hijos y 608.000 parejas con tres o más hijos. El 85% de las parejas están casadas, pero la forma de cohabitación que más crece no es el matrimonio sino la pareja de hecho (el año pasado eran un 4,4% más que en el 2016).
Existen también 1,8 millones de hogares monoparentales, donde vive uno solo de los progenitores con sus hijos, lo que supone un descenso superior al 6% respecto al 2016. En el 83% de ellos es la madre la que está al frente del hogar. En un 40% de los casos se trata de mujeres viudas; otro 40% son separadas o divorciadas, un 14% son madres solteras, y el 6% restante, casadas.