Netflix planta a Cannes
La plataforma se retira al no participar en la sección oficial
Medio siglo después de que improvisados activistas como Carlos Saura o Godard (que este año vuelve con su
Le livre d’image) interrumpieran el Festival de Cannes 1968, en aquel mayo en el que Francia vivió la más importante huelga general de su historia, Thierry Frémaux, delegado general del certamen, asumió ayer, en la presentación de la 71.ª edición, que la realidad sigue siendo protagonista.
Sólo cambian los nombres. Las irrupciones de este año se llaman, por orden de importancia, Netflix –la plataforma con 100 millones de abonados–, selfies, prohibidos en la alfombra roja que conduce a 2.000 privilegiados a la proyección de gala de cada noche y, en fin, cherchez
la femme, las protestas por la baja proporción de filmes de mujeres.
Frémaux aseguró ayer que “el diálogo con Netflix continúa”. Pero que “Cannes obedece a unos estatutos que, cuando establecieron que sólo una película destinada a las salas podía competir, aquello parecía una obviedad”. Después, la producción asumida por cadenas televisivas o el DVD de películas rodadas a sabiendas de que no pasarían por el circuito de distribución, modificó las reglas del juego.
Entre gallos y medianoche, Ted Sarandos, director de contenidos de Netflix, empresa que junto con Amazon prefigura el productor/ distribuidor de mañana, dio un portazo a Cannes. Ayer, cuando Frémeaux destilaba el programa, ya se sabía que, impedida de participar en competición, Netflix retiraba el filme invitado por Cannes fuera de concurso. Frémaux lo lamentó porque se trata de “una demostración de que Netflix ama el cine : The Other Side of the Wind es la película inconclusa de Orson Welles, que pudo ser terminada gracias al millón y medio de euros aportado por la plataforma Netflix”.
En esta Francia en la que según Mayo del 68 lo que no está prohibido tiene que ser autorizado, la proyección de filmes en sala depende de unas reglas que chocan con el ritmo del mundo.
La idea era que un filme agotara su vida en sala y luego tuviera primer pase en televisión. Y aquello funcionó. Pero entre DVD y Netflix, la cosa se ha complicado. Es lo que tiene la realidad, que es testaruda. Un problema que, al tratarse del cine con mayor protección oficial de Europa, sólo puede corregir el ministerio de Cultura.
Otra modificación. Cannes acoge 4.000 periodistas ; unos 1.200 veían por la mañana el filme que era estrenado por la noche. El diluvio de tuits anulaba –según Frémaux– parte del interés de la gala. Populista, recurrió al balón: “Anoche hubo que aguardar al minuto 93 –se refirió al Real MadridJuventuspara saber cómo terminaba el partido”. Por la misma razón y porque el día de estrenos en Francia es el miércoles, Cannes 2018 empezará un martes y terminará en sábado. “Cuando proyectábamos el filme inaugural [este año, Todos lo saben, en castellano, con Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín] ya se conocía el resultado de la primera proyección en sala, a las dos de la tarde, termómetro de su vida comercial”.
Y es también “para mantener la idea de un momento especial, la fantasía que debe rodear al cine” que Cannes 2018 prohíbe “la trivialidad del selfie”, en la alfombra roja. “Es el único festival en el que los espectadores suben las escaleras con el equipo del filme y las estrellas. Los selfies, además de perjudicar a quienes siguen el espectáculo, presentes o a través de una pantalla, retrasan la ubicación de los 2.000 espectadores”.
En fin, Frémaux negó toda posibilidad de “una discriminación positiva para que haya más filmes de mujeres. El mundo ha cambiado, y nosotros, después del caso Weins-
El certamen, que se celebrará del 8 al 19 de mayo, prohibirá “la trivialidad de la ‘selfie’” en la alfombra roja
tein. Nos parece muy bien que la palabra femenina se libere. Pero es un tema social, que nos sobrepasa. Estamos atentos. En la organización hay más mujeres que hombres. Vigilamos para que no haya discriminación en los salarios. Pero las propias directoras dicen que esperan ser seleccionadas por su filme, no por su sexo”.
El festival está estudiando un cambio: “La selección –unos 1.900 filmes contemplados este año– es realizada mayoritariamente por hombres. Y es verdad que la mirada de un hombre y de una mujer son diferentes. Trabajaremos en ese sentido”.