Mujeres ‘no conformes’, a otro planeta
DeConnick lleva al Salón del Cómic ‘Bitch planet’, un mundo patriarcal que encarcela fuera de la Tierra a las rebeldes
El Salón del Cómic arrancó ayer su 38 edición con una lluvia de autores que proseguirá todo este fin de semana. Y especialmente, y esto es lo más novedoso, con una lluvia de autoras. Como la estadounidense Kelly Sue DeConnick, que llega con el segundo volumen de su cómic Bitch planet (Astiberri), una mezcla de historias de cárceles femeninas, de ciencia ficción y de Gladiator. Una sátira distópica feminista en la que las mujeres no conformes de la Tierra son enviadas a una odiosa colonia penitenciaria en otro planeta. Una pesadilla que además ha resultado profética: como recordaba su autora ayer, cuando en el 2014 apareció el primer volumen todavía gobernaba Obama y a nadie se le hubiera pasado por la imaginación que Donald Trump podía acabar ni de candidato ni mucho menos de presidente de Estados Unidos. Sin embargo, justamente el futuro demencial de Bitch planet (Planeta de zorras) se desencadena a partir de que en el país hay una presidenta negra, Eleanor Doane, y se produce una reacción racista y machista que acaba imponiendo un patriarcado en el país.
“Me preguntan muchas veces si el jefe del patriarcado de la obra, Josephson, es un trasunto de Trump, y no, es anterior a él. Lo peor es que en cierto sentido me parece más fiable”, ríe DeConnick. Y lamenta que “no imaginábamos cómo iba a ser de relevante esta historia en los años venideros cuando la comenzamos. No me habría importado que lo fuera menos. Era una sátira para ensartar al patriarcado, concebida para mirar a esos escuadrones anticuados y satirizarlos, llamando la atención de como la cultura patriarcal continúa siendo generalizada y también el supremacismo blanco. Pero ciertamente prefería cuando el nacionalismo blanco era algo que todos podíamos estar de acuerdo en que era vergonzoso y malo y no una cuestión a debatir como ahora”.
La autora recuerda que uno de los puntos de partida del cómic fue efectivamente “la reacción racista a la presidencia de Obama, los racistas salían de la nada, y pensé: imagina que además hubiera sido una mujer. Es lo que pasa en nuestro cómic y es demasiado para mucha gente, así que llega un patriarcado”. Un gobierno de hombres que enjuician a las mujeres por mofarse, por obesas, por egoístas, mal temperamento, aborto... por falta de conformidad a lo que se espera de ellas. A las mujeres no conformes las envían al planeta de las zorras. La mayoría,
Escrita antes de Trump, en la obra el patriarcado es la reacción a haber elegido a la primera presidenta negra
como en las prisiones reales de EE.UU., son negras, y además, con el dibujante Valentine De Landro, DeConnick ha intentado mostrar la diversidad de cuerpos femeninos. Por supuesto, esas mujeres no se quedarán quietas y lucharán. Algo que cree que es deber de todos: “Hemos progresado pero nada está por escrito. El feminismo ha hecho un largo camino, pero le queda otro por delante”. No sólo eso: en la obra hay un gran ataque al mundo de las grandes corporaciones “a las que hemos dado derechos como si fueran gente, hasta el punto de que se han convertido en una vida artificial que ahora, como en Frankenstein, vuelven a destruirnos”.