García Sanz deja VW, y Diess releva a Müller al frente del grupo
La salida del español, a petición propia, también afecta a su cargo en Seat
La esperada reorganización de la cúpula de Volkswagen, que se produjo ayer, ha aupado a Herbert Diess, hasta ahora jefe de la marca VW, como nuevo número uno del consorcio alemán, en sustitución de Matthias Müller, pero también ha afectado a Francisco Javier García Sanz, responsable mundial de compras del grupo y presidente del consejo de administración de Seat, que deja ambos cargos y la multinacional con sede en Wolfsburgo por petición propia.
La salida de García Sanz, en el consejo del grupo desde el 2001, preocupa en Seat, ya que se le consideraba un gran valedor de la compañía española ante la dirección del gigante alemán, apuntaron ayer fuentes sindicales tras conocer la noticia. El consejo de administración de la firma de Martorell decidirá en las próximas semanas la sustitución del directivo madrileño, que el año pasado cobró 5,7 millones y tiene planes de pensiones por valor de más de 22,5 millones. Más allá de este cambio, la reorganización de la estructura del grupo, del que forman parte doce marcas, podría tener consecuencias en Seat, la compañía que más ha crecido de todo el consorcio en los últimos años bajo la presidencia ejecutiva de Luca de Meo.
Una de las funciones de García Sanz ha sido la resolución del dieselgate en Estados Unidos, por encargo de Müller. El hasta ahora consejero delegado de VW que accedió al cargo a finales del 2015, al poco de estallar este escándalo, le dio amplios poderes a tal efecto. La factura que ha pagado el consorcio alemán en este país ha sido alta: más de 25.000 millones entre sanciones y la retirada de vehículos afectados de distintas marcas.
Con el relevo de Müller, que el año pasado ganó 10,2 millones y tiene 30 millones en planes de pensiones, por Diess, el grupo VW quiere dar por cerrado definitivamente el dieselgate e iniciar una nueva etapa. La principal misión del hasta ahora consejero delegado, cuyo mandato finalizaba en febrero del 2020, ha sido limpiar la imagen del consorcio y, vista la evolución de las ventas, lo ha logrado, ya que lo ha situado como primer fabricante mundial. “En una fase de profunda agitación en la industria automotriz, es vital para Volkswagen aumentar la velocidad y hacer una marca inconfundible en la movilidad eléctrica, la digitalización del automóvil y el transporte, así como nuevos servicios de movilidad”, destacó Diess en un comunicado. El nuevo número uno del gigante alemán llegó a Wolfsburgo en el 2014, procedente de BMW, donde estuvo desde 1996.
La reorganización del grupo también afecta a su estructura. Se dividirá en seis áreas de negocio y una específica para la región de China, la de mayor crecimiento en ventas del mundo. Con este nuevo modelo, las marcas generalistas (VW, Skoda y Seat) trabajarán más estrechamente para crear mayores sinergias. Lo mismo ocurrirá con las deportivas (Porsche, Bugatti y Lamborghini) y las de lujo (Bentley y Audi). La división de camiones y autobuses Volkswagen Truck and Bus, en la que están VW, MAN y Scania, prepara la salida a bolsa.
La reorganización del consorcio alemán aprobada ayer podría afectar a la firma española