Puig roza los 2.000 millones y se propone llegar a 3.000 en el 2025
La empresa familiar crea la división Futures para proyectos de innovación
Puig alcanzó en el 2017 una facturación de 1.935 millones de euros, prácticamente el objetivo de 2.000 millones que se había propuesto en su plan trienal. Esto supone un aumento de la facturación del 8,1% en el año y del 28% desde el cierre del 2014. “Estoy muy satisfecho, hemos crecido muy por encima del sector”, explica Marc Puig, presidente ejecutivo de la compañía de perfumería y moda, y miembro de la tercera generación de la familia propietaria.
También como estaba previsto, la compañía ha conseguido recuperar el nivel de rentabilidad, después de dos años de mayores inversiones. En el 2017 el beneficio neto creció un 47% hasta los 228 millones de euros (del 12% sobre las ventas). Tanto en ventas como en beneficios, el grupo se encuentra en máximos históricos. Y cumplidos estos objetivos, Puig se ha propuesto un nuevo objetivo: alcanzar los 3.000 millones de euros en el 2025. “Eso significa seguir creciendo más que el sector. De forma orgánica, y seguimos proactivos si surgen oportunidades”, apunta Marc Puig, y añade: “Para atraer talento, necesitamos tener un proyecto ambicioso y atractivo”.
Puig, empresa centenaria, propietaria de Nina Ricci, Carolina Herrera, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Penhaligon’s y L’Artisan Parfumeur y de las licencias de Prada, Valentino, Comme des Garçons o Christian Louboutin, es el quinto grupo mundial de perfumería selectiva. Realiza el 15% de sus ventas en España y el 85% en el resto del mundo (el 44% en mercados emergentes). El grupo, que fabrica en España y Francia, tiene 26 filiales propias y un total de 4.472 empleados. Consciente de los grandes cambios que la digitalización provoca también en su sector, Puig ha puesto en marcha una nueva plataforma, Puig Futures, con la que quiere atraer a
start-ups y colaboraciones empresariales “para desarrollar innovaciones en el área digital, en producto, tecnología y nuevos modelos de negocio”. El primer producto de esta apuesta es AirParfum, un dispensador de perfumes sin base alcohólica, para probar fragancias en las tiendas sin saturar el olfato.
En el 2018 Puig prevé crecer un 5%, pero puede quedar neutralizado por el tipo de cambio y un cambio de normativa contable.
El beneficio neto crece un 47% hasta un nivel récord histórico de 228 millones de euros