Un Nàstic espeso cae en el Tartiere
Sin demasiadas ideas para fabricar su juego ofensivo desde el centro del campo, a expensas básicamente del contragolpe y el balón parado, el Nàstic pasó ayer por el Tartiere con mucho corazón pero poco futbol. A pesar de su espesor, los de Tarragona compitieron hasta el final sin complejos ante un Oviedo de playoff de ascenso y a punto estuvieron de pescar el empate. La derrota corta una buena racha de dos victorias seguidas, en el Nou Estadi.
En una primera mitad muy igualada, sin apenas ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, el Oviedo aprovechó de maravilla uno de los escasos despistes defensivos del Nàstic. Se impuso la calidad de Saúl Berjón, con un buen disparo cruzado desde el interior del área tras una buena asistencia de Toché. En una Segunda División tan pareja, ir por detrás y más aún fuera de casa suele ser determinante.
Los asturianos se limitaron a partir del 1-0 a gestionar su ventaja para esperar un nuevo error del rival. En una segunda parte embarullada, con lluvia de tarjetas incluida, la tuvo el Oviedo pero apareció en un par de ocasiones Dimitrievski. No perdió nunca la fe el Nàstic, consciente que la desventaja mínima le daba opciones de sumar hasta el final.
Tuvo el empate Álvaro Vázquez a un minuto del final, pero su disparo se fue alto, rozando el travesaño. Poco bagaje ofensivo como para aspirar a asaltar el Tartiere, aunque el empate no hubiera sido injusto. Deberá seguir remando el Nàstic, sobretodo en casa, para amarrar la salvación, al alcance pero aún en el aire. El Reus se llevó tres puntos muy trabajados en un duelo contra el Cádiz que decidió Dejan Lekic, con un derechazo, a los 50 minutos de juego. El triunfo deja a los reusenses muy cerca de sellar la permanencia, mientras que los gaditanos pierden una gran oportunidad de acercarse a un solo punto del ascenso directo.