Hamilton resucita para Barcelona
El Mundial llegará caliente al Circuit con el primer triunfo y liderato del inglés y fiasco rojo
La princesa recuperó la sonrisa. Lewis Hamilton volvió a ganar, siete carreras después de su última celebración, allá por octubre. Se sacudió el mal fario que le perseguía en Bakú, donde no pasaba del 5.º puesto, pero sobre todo se quitó de encima esa cara mustia, de perrito apaleado, de angustia, que le acompañaba este curso. Una victoria inesperada, encontrada a falta de tres vueltas por el capricho del azar, que le da impulso para llegar a Barcelona como nuevo líder. El Mundial está que arde para Montmeló.
Se podía esperar de todo en Bakú, un trazado urbano propicio para la locura, abonado a las carreras caóticas, por la estrechez de sus calles, por los toques sucesivos, por la porquería que se queda en la pista, y ayer, también, con fuerte viento, desquiciante, que jugó malas pasadas. El parte de guerra fue catastrófico: 7 abandonos, dos safety-cars, tres cambios de líder, y múltiples luchas y colisiones, como la de los dos Red Bull, los grandes animadores.
Empezó la carrera con coche de seguridad, por un toque doble en la segunda curva. La pista quedó hecha un desguace, con piezas esparcidas. Alonso se llevó su dosis de infortunio: Sirotkin le pinchó el McLaren. “Increíble. Tomas la curva 1, la 2, con cuidado, y se estrellan contra ti. ¡Puto estúpido!”, se quejaba el asturiano, que tuvo que pasar por boxes con el coche a dos ruedas, y se reincorporó penúltimo, 17.º.
Apaciguada la carrera después de ese percance de bienvenida, Vettel mantuvo el mando sin sobresaltos, con Hamilton y Bottas a su estela. La guerra se desataba en la zona media, con los dos Renault que estaque ban bullangueros. Calzados con las gomas ultrablandas –el resto con superblandas, más duras–, los del rombo se tiraron a degüello a por los Red Bull. Sainz estuvo genial pasando una vez a Ricciardo y dos a Verstappen, para llegar hasta la 4.ª plaza. “Pero también fue un poco deprimente –decía el madrileño–: después de estar casi en el podio, a la vuelta 15 tuve que parar y me vi de nuevo 12.º, para tener que remontar otra vez. Era el problema de la estrategia, ser agresivo al principio y ver qué pasaba”. Que fue mucho.
Tras sucederse en vueltas más rápidas Vettel y Hamilton, el inglés, pisaba los talones al Ferrari, se alejó (casi) definitivamente de la posibilidad de ganar por una salida de pista y un plano al neumático que lo descolgó más de 7s del alemán. Tuvo que cambiar de gomas antes de tiempo y Mercedes pasó a jugar la carta Bottas: mantuvo en pista al finlandés, sin cambiarle los neumáticos, a esperar que cayese del cielo un coche de seguridad. ¡Y le cayó! Tardó, pero llegó el segundo safety en la vuelta 40, por el accidente entre los Red Bull, que ya llevaban vueltas buscándose las cosquillas.
Tras un espectacular adelantamiento por fuera de Ricciardo a Verstappen en la vuelta 35, el holandés le recuperó la delantera tras el pit-stop, en la 39. El australiano, con confianza, intentó repetir la maniobra al siguiente giro, pero el holandés le cambió la dirección en plena recta a 330 km/h y Daniel embistió a Max. Los dos fuera de combate, y golpe de teatro.
A falta de 10 vueltas, desenlace final con una minicarrera al sprint. El coche de seguridad tardó en replegarse y sólo dejó 4 vueltas para competir. La tensión crecía. Bottas, al frente, acariciaba el triunfo... si sabía mantener detrás a Vettel y Hamilton. Se relanzó la carrera, y en el ataque Sebastian forzó demasiado. Se pasó de frenada en la curva 1 y perdió el podio y el liderato. Le pasaron Hamilton y Kimi.
Pero aún hubo más. Al siguiente giro, Bottas, que tenía la carrera ganada, pinchó, y sirvió en bandeja la victoria a Hamilton. Regalo inesperado. Checo Pérez saltó a Vettel y firmó su segundo podio en Bakú. Tan brutal como el 6.º puesto del debutante Charles Leclerc con un modesto Sauber –fue designado Piloto del Día–, o el 7.º (tercero seguido) de un combativo Alonso, capaz de remontar desde el 17.º con un coche que se quedó a dos ruedas. “Seguramente, la mejor carrera que he hecho en mucho tiempo, o la mejor de mi vida. Un 7.º por persistencia, por pundonor. Otros hubiesen aparcado el coche”, se aplaudía.
Barcelona se frota las manos con lo que viene: Hamilton y Vettel separados por 4 puntos, chispas en Red Bull, Carlos y Fernando on fire... El espectáculo está servido.
SENSACIONALES SAINZ Y ALONSO El madrileño logra su segundo mejor resultado con un inicio soberbio y el de Oviedo remonta del 17 al 7