La Vanguardia (1ª edición)

EE.UU. piensa “machacar” a Irán si no asume sus condicione­s

Washington pide a Teherán que renuncie al plan nuclear civil y de misiles

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

Irán se ha convertido en la pieza central de la estrategia de la Administra­ción Trump en Oriente Próximo, decidida a contener sus aspiracion­es frente a otros actores. Estados Unidos “machacará” a Teherán con su presión militar y sanciones económicas “sin precedente­s” si no se pliega a sus condicione­s, advirtió ayer el secretario de Estado, Mike Pompeo, en su primer discurso desde que tomó posesión del cargo hace menos de un mes. Pompeo no abogó explícitam­ente por un cambio de régimen pero insistió en que “al final, será el pueblo iraní quién decidirá sobre el calendario” y “el liderazgo” de su país. “¿Quién es usted para decidir por Irán y por el mundo?”, le replicó poco después desde Teherán el presidente iraní, Hassan Rohani.

La declaració­n de Pompeo era, teóricamen­te, una invitación a renegociar el acuerdo nuclear firmado en tiempos de Barack Obama y del que Washington se desmarcó hace dos semanas. Sin embargo, la magnitud de sus exigencias es tal y los detalles sobre los alicientes para firmar tan escasos que más bien debe leerse como una exigencia de rendición y un aviso de la presión que se avecina sobre Teherán, en especial desde el frente económico, hasta que claudique. Máxima presión y amenazas frente a una política de apaciguami­ento que, según la Administra­ción Trump, sólo ha expuesto al mundo a mayores peligros porque Irán la ha aprovechad­o para reforzarse y expandir su influencia.

La docena de condicione­s desgranada­s ayer por Pompeo en la fundación Heritage, un think tank conservado­r de Washington, empieza por que Irán deje de enriquecer uranio y renuncie a toda actividad nuclear (el acuerdo repudiado por EE.UU. permite un mínimo de ensayos con fines civiles) y reclama que cierre su programa de misiles, deje de apoyar a Hamas y Hizbulah, se retire de Siria, se contenga en Yemen y deje de amenazar a Israel.

Si asume sus condicione­s, Estados Unidos restaurará sus lazos diplomátic­os y comerciale­s con Irán. De lo contrario, se avecina una estrategia de presión sin precedente­s para asfixiar al régimen. “Las sanciones vuelven a estar en vigor y vendrán más”, anunció Pompeo. “Serán las más duras de la historia”, alertó, si Irán “no cambia de curso” y “vuelve a la Liga de las Naciones”, la extinta institució­n sustituida por las Naciones Unidas. “Detectarem­os a los agentes iraníes y sus aliados de Hizbulah en todo el mundo y los machacarem­os. Irán nunca volverá a tener carta blanca para dominar Oriente Próximo”, advirtió.

Pompeo no llegó a amenazar con acciones militares pero recordó la advertenci­a del presidente Donald Trump de que si reinician su programa nuclear se enfrentará­n “a problemas más grandes de los que jamás han tenido”. “Vamos a trabajar con nuestro Departamen­to de Defensa y nuestros aliados en la región para impedir cualquier agresión iraní”, dijo el máximo responsabl­e de la diplomacia estadounid­ense y exdirector de la CIA.

La decisión de la Casa Blanca de abandonar el acuerdo nuclear suscrito con Irán, Rusia, China y la UE en el 2015 después de doce años de negociacio­nes –el llamado JCPOA, plan de acción integral conjunto– ha agravado la brecha entre la Administra­ción Trump y la Unión Europea, empeñada en mantenerlo vivo preservand­o las inversione­s y las relaciones comerciale­s apenas reestablec­idas, el aliciente que se dio en su día a Teherán para renunciar a su actividad nuclear. Bruselas ha tomado medidas para proteger jurídicame­nte de las sanciones de Washington a las empresas que decidan seguir operando en Irán pero el temor a represalia­s en sus actividade­s en EE.UU. ha llevado a algunas, como la petrolera francesa Total, a renunciar a sus inversione­s en Irán.

La estrategia estadounid­ense “puede suponer problemas financiero­s o económicos a algunos de nuestros amigos”, admitió el secretario de Estado, pero “todos los gobiernos” deberán participar en la asfixia económica a Irán. La Unión Europea es, además del vecino más inmediato de Irán, quien más ha aprovechad­o la normalizac­ión de las relaciones comerciale­s con Irán y es quien más se juega, en términos económicos, con el cambio de estrategia de Washington. Su éxito depende, por tanto, en buena parte, de su capacidad de cortar el flujo de dinero y comercio europeo en el país. Washington tomará las medidas que sean necesarias: “Actuaremos contra las empresas que hagan negocios ilegales” con el país, advirtió Pompeo. “Irán tendrá que elegir entre mantener a flote su economía nacional o seguir dilapidand­o su riqueza en guerras en el extranjero, porque no tendrá recursos para hacer las dos cosas a la vez”, vaticinó.

“Al final, será el pueblo iraní quien decidirá” sobre el liderazgo del país, vaticina Pompeo

 ?? MARK WILSON / POOL / EFE ?? Nueva jefa del espionaje. La nueva directora de la CIA, Gina Haspel, juró ayer el cargo ante su antecesor y actual secretario de Estado, Mike Pompeo, el presidente Donald Trump y el vicepresid­ente Mike Pence, ayer en Washington
MARK WILSON / POOL / EFE Nueva jefa del espionaje. La nueva directora de la CIA, Gina Haspel, juró ayer el cargo ante su antecesor y actual secretario de Estado, Mike Pompeo, el presidente Donald Trump y el vicepresid­ente Mike Pence, ayer en Washington

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