Rescatar alemanes
Galaxia Gutenberg inicia una colección de clásicos alemanes
Galaxia Gutenberg ha publicado el primer volumen de Clásicos Alemanes, una colección que pretende rescatar obras de autores alemanes nunca traducidas o difíciles de encontrar en la actualidad.
Que vienen los alemanes. La editorial Galaxia Gutenberg acaba de poner en las librerías el primer volumen de Clásicos Alemanes, una colección en la que lleva trabajando, o imaginando, “alrededor de veinte años”, según su editor, Joan Tarrida. Se trata de rescatar obras nunca traducidas o difíciles de encontrar en la actualidad.
Galaxia Gutenberg ha empezado, bajo la dirección del crítico literario, filósofo y catedrático de literatura Jordi Llovet, por Autobiografía, diarios y otros escritos, de Franz Grillparzer (1791-1872).
El segundo tomo será de narrativa romántica y el tercero, uno de los platos fuertes: la correspondencia completa entre Goethe y Schiller. En paralelo, Galaxia prepara las obras completas de Kafka. En total, Clásicos Alemanes contará con ocho o diez volúmenes, que aparecerán los próximos tres o cuatro años.
“El ensayismo inglés, con T.S. Elliot a la cabeza, es muy dinámico, pero el alemán es de lo más sólido del continente y, aunque es denso, es muy asequible para toda clase de lector. No sólo para los universitarios”, dijo Jordi Llovet en la presentación de la colección. “Aunque los universitarios ya no compran libros”.
A la pregunta de si publicar ensayismo alemán del siglo XIX es una temeridad comercial en los tiempos que corren, Llovet contesta que, “como decía Flaubert, el pueblo será siempre un menor de edad”. “Por ello –añade Tarrida– hemos hecho un trabajo de anotación importante. No puedes editar un autor alemán sin notas”.
“Pero además, este autor con el que empezamos sabe distanciarse de la propia persona para llegar a un caso que puede ser universal, esa es la enseñanza de Grillparzer”, añade Llovet.
Franz Grillparzer fue uno de los grandes dramaturgos austríacos del siglo XIX, y bajo esa condición se codeó con personalidades como Goethe, Beethoven, Humboldt, Metternich, Dumas o Rossini. No siempre con el éxito que él habría deseado. Una vez visitó a Goethe, que tenía cola permanente de gente que quería conocerle, aunque más expectación si cabe generaba qué diría en sus escritos. Con Grillparzer fue lacónico, humillante: “Grillparzer. De Viena”, dijo el maestro.
El vienés afrontó hacia los sesenta años su autobiografía, que dejó inacabada. Se traduce ahora por primera vez (lo hace Adan Kovacsics), aunque la novela corta El pobre músico, que cierra el volumen (y que en su día gustó mucho a Kafka), sí estaba en español. De la traducción del segundo volumen se ocupa Juan del Solar.
Galaxia ha impulsado este proyecto por el olvido en que están cayendo las humanidades y porque el alemán fue la lengua que desde finales del siglo XVIII hasta el siglo XX fue una de las principales difusoras de las ideas de la ilustración y el romanticismo.
La colección, que tendrá ocho o diez volúmenes, rescata autores perdidos o nunca traducidos