Sánchez promueve sanciones para prevenir el “racismo” del president
Pedro Sánchez advierte que la batalla del Estado contra el desafío independentista en Catalunya se prolongará durante largos años. Y, por tanto, considera que el Estado debe estar bien “pertrechado”, en el plano jurídico, para ganar esta pugna. Así, el líder del PSOE está promoviendo toda una batería de reformas legales ad hoc, específicas para construir el “muro” con el que avisa que se topará el secesionismo catalán si insiste en la vía unilateral. Y ayer anunció una tercera iniciativa, al tiempo que la ejecutiva del PSOE emitió una contundente declaración política “contra la xenofobia y el supremacismo” que atribuye al nuevo presidente de la Generalitat.
El pasado miércoles, Sánchez desveló su propuesta de reformar el Código Penal para “adecuar” el delito de rebelión al desafío secesionista. Al día siguiente, propuso regular las tomas de posesión de los cargos públicos para garantizar que acatan la Constitución. Y ayer, anunció que el PSOE registrará una enmienda a su proyecto de ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, que se está tramitando en el Congreso. El objetivo será endurecer las sanciones administrativas, de carácter económico, contra los cargos públicos e institucionales cuyas actuaciones impliquen la discriminación de los ciudadanos a los que gobiernan, por motivos “xenófobos, racistas o etnicistas”.
La sanción sería agravada, precisamente, para los responsables políticos. Pero su iniciativa, advirtió, respetará la libertad de expresión. Por tanto, la reforma legal que promueve no habría impedido, de estar ya vigente, la toma de posesión de Torra por sus tuits y declaraciones del pasado. “Pero como por primera vez tenemos al frente de la Generalitat a un racista, estaremos vigilantes”, advirtió Sánchez. Se tratará pues de una medida preventiva, específicamente pensada y diseñada para Torra.
El líder del PSOE insistió en atacar con dureza al nuevo president: “¡Torra no es más que un racista!”.
“La elección de Torra ha destapado las vergüenzas racistas del secesionismo”, criticó. Y se empleó a fondo para presentar al nuevo presidente de la Generalitat como un “xenófobo, racista y supremacista”. “Torra no es más que un racista al frente de la Generalitat”, insistió.
Y vinculó su investidura con la “ola creciente de xenofobia y supremacismo” que se produjo en Europa como consecuencia del malestar social que provocó la recesión económica del 2008. Además de volver a equipararle con Le Pen, Sánchez le comparó también con Vox, por su afán de expedir “carnets de buenos y malos españoles o catalanes”.
El líder del PSOE, en todo caso, culpó al president de que siga vigente la intervención de Catalunya: “Quien prolonga el 155 es Torra”, aseguró, por pretender designar consellers que están en prisión preventiva o fugados. Y justificó que “al no gobierno de Torra se le responde con la gobernabilidad de Catalunya”. Porque el Estado, zanjó, no permitirá “ningún vacío institucional ni de gobernabilidad”.
El líder del PSOE culpa a Torra de que se prolongue el 155 y admite que ahora ya podría ser indefinido