La cifra de menores que llegan solos en pateras a España crece un 60%
Son adolescentes como los de aquí, con las mismas ganas, ilusiones, sueños y ansias de tener una vida mejor que la de sus padres. Pero a estos inmigrantes que deberían estar aún formándose en el colegio, el mundo que les ha tocado vivir, con su pobreza, su violencia, sus guerras, les empuja a huir de allí, emprender un camino en el que la soledad, el miedo y la inseguridad les perseguirá constantemente. Son niños a los que las leyes mundiales supuestamente protege. Pero la realidad es que están abandonados.
Pocos miran por ellos, tal y como se desprende del informe Los más solos, elaborado por la oenegé Save the Children, que analiza los fallos en el sistema de acogida, protección e integración de los menores migrantes no acompañados que llegan a España.
Casi 4.000 menores llegaron el año pasado a España por tierra, mar o aire, de un total de 28.349 migrantes que alcanzaron las fronteras españolas, tan solo 1.369 menos que a Grecia. Sólo en patera, durante el 2017 llegaron 2.177 menores solos, casi cuatro veces más que en el año anterior. “A pesar de la magnitud de las cifras, España sigue sin estar preparada para acoger a los niños y niñas que llegan solos y les condena a la invisibilidad y la exclusión”. La realidad, sin embargo, puede ser mucho mayor, ya que muchos niños ocultan su edad para evitar ser tutelados por la administración.
Entre esos niños se encuentra Ahmed, que con 12 años ha emprendido solo el viaje a España desde Tánger y ahora sobrevive en las calles de Ceuta. “Mi madre es pobre, no tiene nada. Hace una semana llegué a la frontera y llevo tres días intentando cruzar por Ceuta. Quiero vivir en España para construir un futuro y ayudar a mi madre. Aquí en Ceuta la situación es muy dura, nos pegan y nos destrozan los sitios donde dormimos. Pasamos tanto frío que no podemos dormir. Yo sólo quiero aprender un oficio y trabajar en cualquier cosa, lo que sea”.
¿Y las niñas? Según los datos de la oenegé, representan un 10% de los que llegan, eso sí, un 10% mucho más vulnerable. La mayoría escapa para huir de las violaciones y el maltrato.
Save the Children critica la detención de muchos menores migrantes, que se enfrentan al “miedo a ser deportados en caliente” al no tener documentación que les identifique; de las “ineficientes” pruebas de determinación de las edad de los menores no acompañados y del rechazo sistemático de las peticiones de asilo (31 de un total de cien en cinco años).