Los gorilas de montaña se recuperan
La población del primate vuelve a superar los mil ejemplares, según el último censo
La población de gorilas de montaña, que se encuentran en peligro crítico de extinción, se ha más que duplicado en los últimos treinta años en los volcanes de Virunga, según el último censo que ha evaluado la situación de la especie. La población total de gorilas de montaña se eleva ahora a más de mil ejemplares.
El censo ha identificado 604 gorilas en una zona de 440 kilómetros cuadrados (aproximadamente equivalente a un cuadrado de 21 kilómetros de lado). El censo anterior, realizado en el 2010, había encontrado 480 especímenes en la misma zona.
Esto representa un aumento de población del 26% en un periodo de seis años, a un ritmo medio de un 3,8% anual. Los datos se recogieron en el 2016 gracias al trabajo de campo de personas que recorrieron dos mil kilómetros y que recogieron 1.100 muestras fecales de gorila para analizar su ADN.
Los 604 ejemplares de Virunga, que viven en una zona de difícil acceso y sin contacto con seres humanos, se suman a otros 418 que viven en el parque nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, en Uganda, que sí tienen contacto con turistas e investigadores.
Se trata de las dos últimas poblaciones de gorilas de montaña que quedan en el mundo. Entre ambas suman ahora más de mil ejemplares.
“Este es un raro ejemplo de éxito en la conservación de la naturaleza. La población de gorilas de montaña se ha multiplicado por más de dos en las tres últimas décadas a pesar de las amenazas intensivas de la caza furtiva, la degradación del hábitat y los conflictos civiles”, declara en un comunicado Martha Robbins, investigadora del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), que ha dirigido la elaboración del censo.
En el trabajo han participado guardas forestales de los tres países de África central donde viven las poblaciones de gorilas de montaña (Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo), así como varias oenegés.
De pelo más largo y oscuro que los gorilas occidentales –una especie diferente de la que quedan casi 100.000 ejemplares, aunque también se considera en peligro crítico de extinción–, los gorilas de montaña son conocidos en gran parte gracias a la primatóloga estadounidense Dian Fossey, protagonista de la película Gorilas en la niebla, que fue asesinada en 1985 después de haberse enfrentado durante años a cazadores furtivos.
“El aumento de población es un reconocimiento a los esfuerzos de los gobiernos de Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo y del duro trabajo de los trabajadores del parque sobre el terreno”, destaca Martha Robbins. “También demuestra que los esfuerzos de conservación extremos, que involucran al turismo, el trabajo de veterinarios y los proyectos comunitarios, pueden tener un efecto positivo en uno de nuestros parientes más cercanos”.