“Son los mejores días del año”
Sara, una estudiante universitaria venezolana, ha pagado 130 euros por una entrada de Golden Circle –al pie del escenario y con acceso a la sala VIP– para ver a sus ídolos de cerca: “Es una de esas cosas que tienes que hacer en la vida: ver un concierto de Guns N’Roses, ¿no?”, dice, justificando el dispendio. A su alrededor, unas horas antes de que dé inicio la actuación, toda la tranquila parafernalia de un gran encuentro musical. El negro es el color hegemónico en las camisetas, hay familias, gente de todas las edades y una visible representación de la comunidad de turistas, entre ellos Greg Wilson, de Chicago, que ha venido con su nieto Matthew, de 13 años. “No sabíamos que tocaban en Barcelona, ha sido una coincidencia feliz”, afirma este ingeniero electrónico, que no es de esos compatriotas suyos que hacen campañas contra las palabrotas de las letras de las canciones (“motherfuckers!”, les llama). Algunos de los asistentes al concierto de ayer ya tenían comprada su entrada para la próxima gran cita del rock duro, el Rock Fest, que se celebra del 5 al 7 de julio en el parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet, con un cartel de lujo que incluye grupos como Kiss, Scorpions, Judas Priest o el cantante Ozzy Osbourne, entre otros. “Son los días mejores del año para los aficionados”, opina Sergi, auxiliar administrativo de Igualada, que, como más de medio estadio, ya estaba en su asiento para ver a los dos grupos teloneros, Volbeat y Nothing More.