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Tras la debacle España iniciará era con nuevo técnico mientras debate su estilo
Krasnodar despidió a primera hora de la tarde de ayer a la selección española con su paisaje habitual en verano, es decir un calor abrasador y pegajoso que contrastó con el frío adiós al Mundial de un equipo y de una Federación que se ha de revisar de arriba abajo después de los sucesos acontecidos en Rusia, del despido del desleal Julen Lopetegui a una eliminación prematura tras un partido para olvidar pero también para reflexionar. Caras muy serias en la partida del que fue el lugar de concentración desde el 7 de junio y una pregunta: ¿Y ahora qué? Esta es la cuestión pertinente. El nuevo presidente federativo, Luis Rubiales, no quiso acometer con la derrota todavía caliente el asunto del banquillo, una vez todo el mundo da por hecho aunque no sea oficial que el breve mandato de Fernando Hierro termina aquí. Rubiales aseguró que en los próximos días o semanas se afrontará este asunto de capital importancia, con nombres como los de Quique Sánchez Flores, Míchel y Luis Enrique sobre la mesa.
La Federación ha vivido en plena ebullición desde que Rubiales ganó las elecciones y la única cosa que parecía estable era la selección. Todo ha cambiado en Rusia y el chiringuito de la roja se ha ido por tierra con un equipo con los pesos pesados en su etapa otoñal y con unos jóvenes o que no han dado el salto o que no han dispuesto de los minutos necesarios.
A esto hay que añadir el clima enrarecido que se apoderó de la concentración y la evidente falta de confianza entre la nueva estructura federativa y muchos de los futbolistas, acostumbrados al estisu lo de mandar de Ángel Villar, que ya no estaba en el día a día de según qué asuntos.
El hombre que pilote la próxima selección española ha de tener en cuenta de qué futbolistas dispondrá y a qué quiere jugar. En el momento de la derrota, que se suma a los fiascos de la Eurocopa 2016 (octavos de final) y el Mundial del 2014 (no pasó la fase de grupos), crecen las voces que ponen en cuestión el modelo de toque que dio los éxitos más importantes de historia a la selección. El tiquitaca ya no está de moda. Se le ve como un tipo de fútbol muy desfasado y romántico pero la furia tampoco llevó a ningún lado en los tiempos ancestrales.
Lo cierto es que las selecciones que más brillan en el Mundial juegan a otra velocidad y son mucho más verticales. Quizás con la savia nueva de los Saúl, Asensio, Rodrigo o Sergi Roberto (un pecado no haberlo llevado al torneo), España pueda aumentar su nivel físico y volver a competir en las rondas definitivas. Jugadores de talento tiene, como el madridista Isco, del que sorprende que no lanzara en la tanda de penaltis frente a Rusia. Iniesta, Ramos, Isco, Piqué y el seleccionador se reunieron para elegir el orden de los tiradores. Se ve en las imágenes de televisión que el centrocampista malagueño mantuvo una conversación con Hierro y, tras conocer que no chutaría, primero reaccionó con una
risa para más tarde agachar la cabeza. No fue la única intrahistoria de los penaltis porque otras imágenes demuestran que Diego Costa mostró su incredulidad cuando se enteró de que Koke, que luego falló, tiraría un penalti. Tras el error le comentó a Hierro: “Te lo dije”.
En todo caso Isco y Koke continuarán en la selección, no como Piqué e Iniesta. El manchego emprendió el vuelo de vuelta con un balón que le tenían que firmar los compañeros, mientras que David Silva, que no se ha manifestado sobre su futuro internacional, apareció en el aeropuerto de Krasnodar con otro, este ya rubricado por los demás jugadores. El canario es uno de los señalados porque su rendimiento ha sido muy deficitario.
Sobre la mesa de Rubiales el nombre del nuevo seleccionador. Ahí tiene su primera patata caliente el presidente, que había renovado a Lopetegui hasta el 2020 tres semanas antes de que el Madrid se lo birlara. Con Julen, España había respetado su ADN pero había introducido matices para mejorar en la presión y no ser tan horizontal. Siempre podrá decir que no perdió ningún partido porque la selección, pese a su triste papel en Rusia, suma dos años sin conocer la derrota.
Al sucesor de Fernando Hierro le tocará levantar otros cimientos. En este sentido ya han aparecido las primeras quinielas de candidatos. Se trata de Quique Sánchez Flores, Míchel y Luis Enrique. Los tres tienen tres características en común: están actualmente sin equipo, militaron como futbolistas en el Real Madrid y no han escondido que algún día les gustaría pilotar la roja.
A partir de ahí sus estilos de fútbol no terminan de ser exactamente el mismo. Esta terna ya estuvo en los mentideros cuando se produjo el conflicto con Lopetegui. Entonces también se habló de un técnico como Quique Setién, mucho más ortodoxo del estilo del toque, pero está dirigiendo al Betis y sería paradójico que después de quejarse de que un club, el Madrid, se llevó al seleccionador, vaya ahora la Federación Española y deje sin técnico a un equipo. Pero cosas más sorprendentes han ocurrido en el mundo del fútbol.