Aranceles al automóvil
Los aranceles afectarían a un 19% de las exportaciones estadounidenses
La guerra comercial de Donald Trump podría dar un salto considerable si se comienzan a gravar las exportaciones de coches europeos, una posibilidad que ha llevado a la UE a amenazar con represalias a las firmas de EE.UU.
Los tambores de guerra comercial siguen sonando y no parecen tambores lejanos. Si Estados Unidos y Europa ya se aplican aranceles sobre el acero y el aluminio, con las represalias consiguientes, ahora el riesgo creciente es de pasar a palabras mayores, al sector del automóvil. El presidente norteamericano, Donald Trump, por un lado amenaza con gravar las importaciones europeas de automóviles y por otro amaga con desentenderse de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Ante estos planes, la UE advierte de las consecuencias. Si Estados Unidos cumple la amenaza de imponer aranceles a los coches importados de la Unión Europea, las represalias del conjunto de socios comerciales afectaría a un 19% de las exportaciones estadounidenses, es decir a exportaciones por valor de 253.000 millones de euros. De ellos, la parte europea serían 50.000 millones.
Las cifras se incluyen en un documento de 10 páginas que la UE envió al Departamento de Comercio de Estados Unidos argumentando que imponer aranceles a las importaciones de los vehículos sería injustificable y no tendría ningún sentido desde el punto de vista económico. El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, afirmó que aplicar estos aranceles sería un error y añadió que “nosotros no ahorraremos esfuerzos, ni a nivel técnico, ni político, para evitar que esto suceda”. Entre estos esfuerzos se incluye la visita que el presidente de la CE, JeanClaude Juncker realizará a Washington este mes , y una reunión de expertos prevista el 19 y 20 de julio. Pero desactivar la bomba comercial será difícil , dada la fijación de Trump con Europa. En sus últimas declaraciones, consideró a la UE peor que China desde el punto de vista comercial. “La Unión Europea es posiblemente tan mala como China, solamente más pequeña… Es terrible lo que están haciendo con nosotros”, dijo Trump refiriéndose al sector del automóvil.
El argumentario europeo empieza por negar las razones potenciales para gravar las importaciones de automóviles. Recuerda que sus exportaciones son estables, y que los ligeros incrementos van al compás del crecimiento económico, e indican que no amenazan a la industria norteamericana, que tiene “buena salud”. Por otro lado, también se destaca que las compañías europeas de automóviles fabrican cerca de 2,9 millones de automóviles en Estados Unidos, y que proveen 120.000 empleos directos, 420.000 si se incluyen los minoristas y las concesionarias.
Trump choca con la Unión Europea y también con la Organización Mundial de Comercio. Ayer, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, declaró que era “prematuro” hablar de una retirada de su país de la OMC, pero avisando que las reformas son necesarias. Sin embargo, un proyecto de ley filtrado por el portal de noticias Axios apuntaba a cambios tan radicales que, en la práctica, tendrían un efecto equivalente a abandonar la OMC. El borrador en discusión incluye ignorar la regla del “país más favorecido” que impide aplicar tarifas diferentes a socios distintos si no es a través de un acuerdo de libre comercio. Un portavoz de la Casa Blanca se limitó a indicar que “no es un secreto que el presidente está frustrado con las injustas tarifas que colocan a Estados Unidos en desventaja. Él pidió a su equipo desarrollar ideas para solucionar esta situación y crear incentivos para que los países bajen sus tarifas”.
Europa recuerda que sus compañías fabrican casi 2,9 millones de coches en Estados Unidos