‘Parole, parole’
Hace un mes descubrí una nueva palabra: unibisexualidad. La vi en una captura de pantalla de una noticia con el titular “Unibisexual, la nueva tendencia entre los millennials”. Se veía también el inicio del artículo: “Pansexualidad, sapiosexualidad... Son muchas las etiquetas que han surgido los últimos años. Ahora, además, hay que añadir la unibisexualidad, la nueva tendencia que está arrasando por todo el mundo. Julia ha tenido siempre muy claro que es bisexual. Sin embargo nunca ha estado con chicas: ‘No me gustan las chicas. Nunca he estado con una y no es algo que desee hacer. Pero no por ello voy a negar quien soy ni ocultaré mi bisexualidad. Lo digo con orgullo: soy una bisexual que sólo está con chicos CIS. O sea, soy unibisexual’”.
Lo primero que hice fue intentar saber qué son “chicos CIS”. Hoy día, con tantas siglas nuevas cada semana no hay forma de memorizarlas todas. CIS son las iniciales del Centro de Investigaciones Sociológicas. Julia ¿sólo “está” (es decir: folla) con chicos que trabajan en el CIS? Pero, como hoy día a la gente le resbalan las normas ortotipográficas, escrito Cis también podría ser el municipio italiano, de la provincia de Trento. Y, escrito todo en minúsculas (cis), podría referirse al grupo étnico de Benín o a la abreviatura de cisgénero, un término opuesto a transgénero. Rechazada la posibilidad de que sólo se vaya a la cama con chicos de ese pueblo de Trento o de la etnia beninesa, decidí que lo más probable era que sólo “estuviera” con chicos “cuya identidad de género concuerda, al nacer, con su género biológico”. Y como una cosa lleva a otra, empecé a pensar si quizá, como la Julia en cuestión, yo también soy bisexual. A la manera de ella, podría decir: “No me gustan los hombres. Nunca he estado con uno y no es algo que quiera hacer. Pero no por eso voy a negar quien soy ni ocultar mi bisexualidad. Lo digo con orgullo: soy un bisexual que sólo está con mujeres CIS. O sea, soy unibisexual”.
Pero hace unos días llegó la jarra de agua fría: los especialistas en detectar noticias falsas avisan de que de esta noticia sólo hay la captura, sin ningún enlace, y que no aparece por ningún lado. Pero los diccionarios online hace tiempo que aceptan el término: “Unibisexual: persona que se declara bisexual pero que sólo se siente atraída por el sexo opuesto”.
He intentado consolarme aplicándome al estudio de otra palabra de moda últimamente: solosexual. Aparece en el
Urban Dictionary en fecha tan lejana como el 2009. Son solosexuales las personas que rechazan la relación de pareja y prefieren amarse a ellas mismas. “No estamos hablando de la paja rápida en la ducha por la mañana, antes de ir al trabajo. El acto de masturbarse lleva implícitos muchos otros, como bailar frente al espejo, fumar, beber mi adorado Jack Daniel’s, ver porno...”, dice uno de los especialistas en el tema, Jason Amstrong.
Era mil veces más interesante cómo lo explicaba aquel personaje de Julio Cortázar, el rabinito Lonstein, que aparecía no sé si en Rayuela o El libro de Manuel. Estamos llegando a unos niveles de gilipollez millennial francamente alarmantes si incluso para pelársela necesitan justificarse con conceptos chupiguays.
Suerte que ya estoy fuera del mercado porque esto de la sexualidad cada vez se complica más