Cristina Martínez
RESPONSABLE DE LOS ASSIR DEL ICS
Los equipos de atención a la salud sexual y reproductiva, los Assir, han logrado en el 2017 que el 75% de las mujeres que pasaron por una interrupción voluntaria del embarazo o pidieron la píldora del día después hallen el mejor anticonceptivo.
Los equipos de atención a la salud sexual y reproductiva, los Assir del Institut Català de la Salut, han conseguido en el 2017 que el 75% de las mujeres que pasaron por una interrupción voluntaria del embarazo o han pedido la píldora del día después encuentren el mejor anticonceptivo para su caso en concreto.
Son algo más de 16.000 mujeres atendidas a las que se les considera de conducta sexual de riesgo porque ya se han quedado una vez embarazadas sin quererlo (40% han abortado) o habían pedido la píldora del día después ante una relación con serio riesgo de embarazo (el 60% restante). “A todas ellas las convocamos a una consulta con más tiempo para buscar con ellas el tipo de anticonceptivo que mejor les puede ir por sus características personales, económicas o culturales”, explica Cristina Martínez, responsable de los Assir.
Esa consulta especial les permite abrir el abanico de posibilidades que a veces no se tiene tan claro. “Sobre todo a las personas menos sistemáticas les planteamos las ventajas de los métodos de largo plazo, como los DIU de cobre y los implantes bajo la piel, que duran entre 3 y 5 años”. Son los patitos feos de los anticonceptivos, apenas los usan el 5% de las mujeres atendidas “cuando contamos con estudios que demuestran que si se elimina la barrera de la falta de información y del precio, el 21% utiliza estos métodos largos que mejoran notablemente la seguridad de las personas con una conducta sexual con riesgo de embarazo”, explica Martínez.
En estos momentos, los únicos métodos anticonceptivos cubiertos por la sanidad pública son algunos tipos de píldora hormonal, un DIU hormonado, que sólo se receta cuando existen determinadas indicaciones médicas, y el implante. El resto, el anillo vaginal, el parche, el DIU de cobre o el preservativo, son siempre de pago. “Nuestro programa pretende que estudiemos con la mujer que ha corrido el riesgo el mejor sistema para ella, que no dependa del comportamiento, de olvidos o rechazo por la pareja; que sea accesible, porque el preservativo femenino sólo se encuentra en internet y el diafragma hay que encargarlo en la farmacia; que lo tolere bien y que se adapte a sus posibilidades económicas”.
En los Assir atienden a casi el 40% de las jóvenes que han solicitado la píldora del día después, aunque la mayoría acude por su cuenta a la farmacia. También se ocupan del seguimiento de los abortos asistidos por la sanidad pública.
El plan ofrece una extensa consulta sobre métodos tras un aborto o si han pedido la píldora del día después