Juntos pero sin verse
Aseguran que todo fue producto de la casualidad y la involuntariedad, pero el caso es que dos candidatos a presidir el PP, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, estuvieron una hora metidos en el mismo avión, el que les llevaba desde Madrid hasta Asturias, sin hablarse. El caso es que la primera en llegar fue la exvicepresidenta, que tenía, junto a sus colaboradores, asiento en las filas de atrás. Cuando entró en el avión Pablo Casado, ella ya estaba en su sitio, y este ocupó el suyo en una de las filas delanteras. Casado no la vio. Y cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de Ranón-Asturias, el candidato popular salió deprisa para desplazarse a Gijón, donde tenía un acto con afiliados. Sáenz de Santamaría acabó saliendo entre los últimos pasajeros, con destino a Oviedo. Pero todos niegan que haya malos rollos. Fue producto de la casualidad, y en cuanto estuvieron en tierra se llamaron por teléfono y, como buenos compañeros, se desearon buena suerte, en Asturias y en lo que queda de campaña.